¿Cómo evitar el Estreñimiento?

Written by Redacción. Posted in Minuto a Minuto, Reportajes

Published on septiembre 26, 2011 with No Comments

¿Qué es el estreñimiento?

El estreñimiento no es una enfermedad como tal sino más bien un síntoma que, dada su enorme frecuencia, suscita un gran número de consultas al médico de familia y en el peor de los casos al especialista de digestivo.

Es difícil definir el estreñimiento pues es un problema sujeto a una enorme variabilidad individual o, lo que es lo mismo, a una gran subjetividad por lo que se pueda entender como un ritmo deposicional normal. Entendemos como ritmo deposicional, la frecuencia con la que acudimos al servicio a evacuar. En la Población general sana, el ritmo deposicional varía entre 3 veces al día y 3 veces por semana, realizando la defecación de forma indolora y sin gran esfuerzo en la mayoría de las ocasiones, además de tener al finalizar la sensación de evacuación completa.

Si aceptamos esta definición, podemos pues definir el estreñimiento como la evacuación de heces excesivamente secas, escasas o infrecuentes (menos de 3 veces por semana).

El estreñimiento puede ser ocasional, es decir, que dura un periodo corto de tiempo y está asociado a determinadas dietas o hábitos, o bien puede ser crónico si se perpetúa en el tiempo.

A su vez este estreñimiento puede ser secundario, o tener una causa en su origen, (determinadas enfermedades producen estreñimiento crónico, como la enfermedad celíaca, hipotiroidismo, diabetes mellitus&) o por el contrario ser Idiopático, sin causa conocida directa que lo justifique, aunque en estos casos suele ser debido a problemas de la motilidad del intestino.

El estreñimiento, también denominado constipación, es un problema más frecuente de lo que parece en la sociedad actual, no habiéndose podido cuantificar la verdadera frecuencia de problema. No obstante, sí se puede afirmar que es más frecuente en el sexo femenino y en la tercera edad, tal vez relacionado con condicionantes multifactoriales.

¿Cuáles son sus causas?

Como comentábamos más arriba, hay que diferenciar el estreñimiento ocasional, producto de determinada dieta, alimento o hábito, del estreñimiento crónico que es el que precisará un estudio por parte del facultativo médico. Es necesario advertir que normalmente juegan en su desencadenamiento múltiples factores y es difícil establecer cual de ellos es más importante.

Tradicionalmente se establecen grupos de patologías capaces de producir estreñimiento, como son:

Problemas funcionales o de la motilidad del intestino: Estreñimiento Idiopático, enfermedad de Hirschprung.

Enfermedades específicas que cursan con estreñimiento: Enfermedades metabólicas como la Diabetes; Hipotiroidismo, Uremia, Porfiria.

Obstáculos mecánicos en la defecación: Tumores, estenosis rectales.

Yatrogenia o efecto secundario de los fármacos: Codeína, Antiácidos.

Radiografía simple abdominal.

Problemas dietéticos: Dieta pobre en fibra

Otros: Ciertos hábitos sociales, culturales, emocionales: Sedentarismo, Depresión.

¿Cuáles son sus síntomas?

En muchos casos el estreñimiento es el único síntoma, pero a veces se ve acompañado con otros síntomas secundarios como son la sensación de plenitud, inflamación del abdomen, flatulencia, ligera molestia abdominal, dolor de cabeza, etc.

¿Cómo se diagnostica?

La Historia clínica meticulosa, indagando sobre los factores dietéticos, socioculturales, hábitos tóxicos, enfermedades que se padecen y sus tratamientos y las características del estreñimiento, suelen ser suficientes para orientar el diagnóstico.

Es importante valorar la duración y la edad del paciente pues no es lo mismo la aparición de estreñimiento en los niños que en los adultos. En los niños, la constipación crónica es casi siempre de etiología funcional.

Es también importante indagar sobre las características de las heces y si van o no acompañadas de dolor abdominal. La emisión de escíbalos o ” pelotillas” con moco es característica del estreñimiento espástico, mientras que la emisión de sangre con las heces sugiere o hemorroides, proctitis o tumores.

Es importante determinar dónde está el trastorno del tránsito fecal y para ello es importante la anamnesis (interrogatorio), preguntando al paciente si tiene o no ganas de defecar:

Si tiene ganas de defecar pero no puede expulsar las heces, hay que pensar en un trastorno anorectal.

Si pocas veces siente ganas de defecar, pensaremos en un trastorno del colon. En estos casos las heces no alcanzan el recto.

De forma rutinaria se puede solicitar un análisis de sangre determinando glucemia, iones, estudio tiroideo, calcemia y sangre oculta en heces que nos permitirá enfocar algunas causas frecuentes de estreñimiento.

La principal maniobra de exploración es el tacto rectal, parte esencial de la exploración física, y que nunca debe faltar, ya que permite identificar problemas mecánicos o del tono del esfínter anal.

Entre las pruebas diagnósticas que se pueden solicitar está la Rectoscopia, que consiste en la introducción por el ano de una sonda provista de luz que permite visualizar el interior del intestino grueso. Además se cuenta con la Colonoscopia que usa una sonda de mayor alcance que la anterior y Radiografías con contraste, como son el Enema Opaco(radiografía tras la introducción por ano de una solución especial para ver intestino) que permite advertir lesiones que obstruyan el canal intestinal.

Sólo en casos muy especiales se pedirán otro tipo de pruebas que afinen o confirmen un primer diagnóstico: Manometría rectal, electromiografía, defecografía, etc.

¿Cuál es su tratamiento?

Recomendaciones Higiénico-dietéticas:

En primer lugar es preciso tratar el estreñimiento con un suplemento de fibra en la dieta mediante el consumo de frutas y verduras, salvado de trigo etc., y reeducar al paciente con respecto a su hábito intestinal, evitando sedentarismo y realizando determinados ejercicios posturales y de contracción-relajación de los músculos abdominales y pelvianos.

Fármacos:

Hay diversos grupos de fármacos que se conocen con el nombre de laxantes y que, en función del tipo de estreñimiento, se podrán prescribir. En cuanto al tipo de fármaco a emplear, es preciso que sea indicado por el médico de cabecera, pues no es infrecuente observar efectos secundarios en los pacientes que consumen laxantes de forma indiscriminada o voluntaria (en algunos casos son la causa del estreñimiento).

Existen medicamentos que incrementan la masa fecal, agentes hiperosmolares, procinéticos, estimulantes de la motilidad, etc., que no es necesario que conozca el paciente salvo cuando le sean prescritos por su médico y del que le facilitará la información necesaria para su correcto empleo.

En algunas ocasiones se utilizan Enemas u otro tipo de sustancias como los supositorios de glicerina y que, de manera general, también deben ser prescritos o aconsejados por su médico para evitar efectos adversos con la sobreutilización o el abuso, aunque en un principio puedan parecer inocuos.

¿Cuál es su evolución normal?

El Estreñimiento es un síntoma por lo general benigno, que tiene fácil solución si se detecta a tiempo y si no se debe a enfermedad específica que lo provoque, que es lo más frecuente.

En este caso será siempre el médico de cabecera quién decida tanto las pruebas a solicitar para el esclarecimiento del diagnóstico como la adopción de las medidas terapéuticas más adecuadas a cada caso. Sólo en casos muy especiales el estreñimiento puede dar complicaciones de tipo digestivo, como pueda ser la impactación fecal, con el consiguiente cuadro obstructivo intestinal.

El estreñimiento en los Bebés

¿Por qué se produce?

A partir del año de edad, cuando los niños comienzan a comer prácticamente de todo, el estreñimiento se hace más frecuente. En el 95% de los casos se debe a una alimentación inadecuada: dieta con escaso contenido en verduras y frutas, sustitución de la leche de continuación por la leche de vaca no modificada que estriñe más, exceso de carne, poca ingesta de agua, etc. El otro 5% se debe a otras causas: enfermedades inflamatorias, obstrucciones intestinales o a factores emocionales (ingreso en guardería, nacimiento de un hermano).

¿Existen diferencias en el ritmo de deposiciones entre los bebés criados a pecho o a biberón?

Durante las primeras semanas de vida las heces de los bebés varían notablemente en función del tipo de alimentación que reciben. Los criados al pecho presentan deposiciones blandas o líquidas, en ocasiones mucosas, de un color que va del amarillo oro al verde guisante, de un olor no desagradable, y en un número extremadamente variable. Los niños alimentados al pecho materno tan normal es que realicen 10 a 15 deposiciones al día como 1 cada 4 ó 5 días.

En los niños criados con biberón las deposiciones son menos frecuentes, con un olor más fuerte, y una mayor consistencia. Habitualmente cuando se pasa de la leche materna o simplemente al introducir ayudas, las heces son más duras, y el bebé tiene mayor dificultad para expulsarlas. Es decir, con este tipo de alimentación es más frecuente el estreñimiento.

¿Se puede prevenir?

A cualquier edad, la mejor prevención es una alimentación adecuada y equilibrada. Los niños menores de un año deben de comer diariamente papillas de frutas y verduras y ofrecerles agua a lo largo del día. En los mayores de 1 año, además de lo recomendado anteriormente, es aconsejable que coman legumbres dos o tres veces por semana y papillas de cereales integrales.

A partir de los dos años y medio, continuar con los hábitos dietéticos anteriores, evitar un consumo excesivo de derivados lácteos y beber abundante agua. Junto a ello, a partir de esta edad, es esencial inculcar el hábito de defecación regular, pero sin castigar nunca al niño y recompensar el esfuerzo y no el éxito.

¿Cómo se trata?

En primer lugar debemos tener presente que el estreñimiento no constituye un peligro para la salud del niño por lo que no precisa de tratamientos ni medidas agresivas. Las medidas dietéticas deben ser prioritarias en el manejo del estreñimiento sea cual sea la edad del niño.

En los bebés debemos favorecer la lactancia materna porque otra de sus innumerables ventajas es que no produce estreñimiento. No es conveniente endulzar los zumos ya que el azúcar además de aumentar el riesgo de caries y favorecer la obesidad, estriñe. En niños mayorcitos administraremos una dieta rica en fibra: verduras, legumbres, cereales y frutas, y evitaremos un consumo excesivo de derivados lácteos.

Existen una serie de ejercicios muy adecuados para favorecer el tránsito intestinal: realizar al bebé suaves masajes circulares sobre la tripa y moverle las piernas como si estuviera andando en bicicleta. También da buenos resultados, cuando le cambias el pañal, mantenerle acostado boca arriba, y flexionar sus muslos sobre el abdomen.

No es recomendable recurrir a los supositorios de glicerina o a laxantes porque el intestino pierde su capacidad de reacción a los estímulos naturales. La glicerina además irrita la mucosa intestinal, lo que provoca molestias en el niño con lo que posteriormente puede retener las heces por temor al dolor.

Estreñimiento en el Embarazo

Recomendaciones

Embarazo, recomendaciones contra el estreñimiento. El estreñimiento o el tránsito lento, son otros de los inconvenientes que suelen aparecer durante la gestación, que resultan demasiado molestos, sobre todo porque la futura mamá, dado los grandes cambios que padece, incrementa todos los malestares en general.

El estreñimiento o el tránsito lento, se deben muchas veces por el incremento de la hormona progesterona, que hace que los músculos intestinales se relajen y no trabajen de la forma más correcta, haciendo que las deposiciones sean cada vez más lentas. Se debe poner cuidado a éste tipo de síntomas, ya que si no se controla, pueden aparecer hemorroides.

Al aumento de progesterona que produce el estreñimiento, hay que sumarle la presión que ejerce el útero a medida que va creciendo en bebé, el cual a agrandar su tamaño también inhibe la actividad intestinal, provocando tránsito lento o estreñimiento.

La mejor forma de combatir el estreñimiento durante el embarazo, es respetar las pautas alimentarias fijadas por nuestro médico, e incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra, como frutas, vegetales, legumbres y cereales integrales, además de consumir mucha agua, al menos 8 a 10 vasos de agua al día.

Cuando hay estreñimiento, se recomienda evitar la vida sedentaria, tratar de acostumbrar al intestino a evacuarse regularmente a la misma hora, en caso de no conseguir una mejoría, el obstetra será quién decidirá si se deben consumir algún tipo de laxantes.

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