Revela el poco vocabulario en adolescentes la falta de lectura

Notimex. El déficit de lectura y la carencia de comprensión provocan una pobre inclusión de palabras en el vocabulario de los jóvenes, alertó Aurelia Vargas Valencia, directora del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la UNAM.
En un comunicado lamentó que de las más de 80 mil palabras del idioma español, pese a que es difícil hacer un cálculo preciso, un estudiante de nivel medio maneje entre 300 y mil 500, aunque hay que distinguir entre el número de voces que se emplean y el conocimiento pasivo de las mismas.
“En el caso de hablantes cultos, por ejemplo, los trabajos tradicionales de léxico señalan que suelen emplear alrededor de cinco mil vocablos, aunque su conocimiento pasivo sea de 10 mil o 12 mil”, explicó la también docente de la Facultad de Derecho.
Indicó que México padece no sólo un déficit de lectura, sino una carencia acentuada en el nivel de comprensión. El bajo índice de estas habilidades se presenta por igual en niños, jóvenes y adultos.
“Según cifras de la SEP -precisó-, se habla de seis millones de analfabetas, pero creo que el número se incrementa si consideramos que hay una cantidad mayor de funcionales”, es decir, aquellas personas que, aunque saben leer, no comprenden adecuadamente los contenidos.
Atribuyó la responsabilidad de esta problemática a las técnicas de enseñanza de la lengua. “Los métodos actuales nos conducen a una forma mecánica de aprendizaje y conocimiento de la lengua española, porque pretendemos que el estudiante lea rápido y de manera irreflexiva”.
Para la investigadora y docente en letras clásicas, es importante no imponer la lectura a los niños. “Hay que comenzar por leerles en voz alta y acompañarlos con afecto en el proceso de adquirir el gusto por ella. La enseñanza clásica siempre ha sido predicar con el ejemplo”.
Asimismo, en el marco del Día Nacional del Libro, que se celebrará el sábado, propuso que la lectura inicie con lo ejemplar, lo clásico, el canon de los autores reconocidos universalmente.
“En Europa, aunque también de forma disminuida, aún prevalece el cultivo de las humanidades clásicas, fundamento de las actuales, pero aquí la perdimos a lo largo del siglo XX. Así es que no es leer por leer, sino lo que se debe. No es sólo lo cuantitativo y lo mecánico, sino lo cualitativo”, expresó.