Angélica Vale lista para regresar a la TV como conductora

El Universal
A los 36 años de edad y 34 de carrera artística, Angélica Vale se ve contenta. Está a punto de subir al escenario para protagonizar el musical Mentiras como actriz invitada, donde también estará el 22 y 23 de diciembre, y en enero con fechas por confirmar.
También trae en mente el proyecto, ya autorizado, para conducir en 2012 un programa en Televisa dedicado a la búsqueda de nuevos imitadores.
Con la sencillez y simpatía que la caracterizan, la Vale platica con EL UNIVERSAL acerca de su trabajo y de su vida conyugal.
¿Ha utilizado mentiras piadosas?
Sí, claro: “Nos hablamos”, “nos vemos para comer”, ja, ja. Si me cae mal el novio de una amiga, no se lo digo porque le va a gustar más.
¿Qué le ha traído a su vida el musical “Mentiras”?
Es una obra que amo: mi regreso a los escenarios luego de cuatro años de ausencia, algo rarísimo para una rata de teatro como yo. También ha generado nuevos proyectos en tele y un disco por venir.
¿Dónde hay más mentiras, en la prensa del corazón o en las redes sociales?
En las dos partes. Lo malo de las redes sociales es que puedes inventar un personaje virtual y quién sabe si eres o no esa persona. Me dan miedo.
¿Qué es lo peor que le ha pasado con las redes?
¡Ayyy! Una vez un tipo me agarró y… No, mejor eso no lo voy a contar, definitivamente. Lo mínimo que me dicen ahí es “gorda”. A lo mejor me mandan cinco cosas feítas, pero tengo 800 mil seguidores divinos.
¿Gracias a “La fea más bella”?
Sí, claro. Tengo seguidores de todos lados: Brasil, Sudáfrica, Grecia, Israel, etcétera.
¿No desaprovechó Televisa su éxito en esa telenovela?
Fue difícil para todos, incluso para mí. Trascendió tanto esa telenovela que había dos opciones: o me quedaba toda la vida haciendo La Fea o me retiraba un ratito para ver qué pasaba. Opté por lo segundo. Adoro el personaje de Lety y adoro que me inviten para salir caracterizada como ella de vez en cuando, pero mi vida personal necesitaba otra cosa, incluso salirme de trabajar porque lo hago desde que tenía dos años de edad.
¿Se le subió esa fama?
No tenía tiempo ni de eso. Disfruté mucho ese éxito porque sabía que era el momento más especial de mi vida, aunque sé que vendrán nuevos retos. De hecho, estoy por regresar a la tele.
¿Cuándo empieza y cómo se llamará el programa?
Ni a mí me dicen, no me dejan hablar de eso. Será muy bonito, un regreso a la comedia muy divertido.
¿En este sexenio no habrá “El privilegio de mandar”?
No. Ahora vivimos momentos más difíciles que en 2006. La buena noticia de noviembre fue que sólo hubo la mitad de muertos, es algo terrible y no hay motivos para reír. Me imagino que por eso se decidió no hacer nada. Ni modo; me divertía mucho imitar a Elba Esther.
¿Nunca pidió ella que le bajaras a su parodia?
Al contrario. La conocí y fue súper linda conmigo; tuvimos una charla interesante acerca de esa imitación, que sí le gustaba. Lo mismo con Beatriz Paredes.
Se necesita un chisguete de sarcasmo para imitar bien, ¿no?
Se trata de exagerar los tics o movimientos. Si haces una imitación exacta, la gente no se ríe. La imitación es un homenaje a la popularidad y personalidad. No puedes imitar a alguien sin personalidad.
¿Puede imitar a Britney Spears?
No le he practicado, pero la “Britney señal” me sale muy bien.
¿En su casa posee el “Privilegio de mandar”?
Sí, pero mi marido no lo sabe.
¿Le ha contado él acerca su experiencia en la guerra de Irak?
No mucho. Él es mayor del Ejército de Estados Unidos, y en Irak le pidieron que abriera un canal de televisión, aprovechando que él sabe muchísimo de eso, pues a eso se dedica. Sé que vivió cosas fuertes, pero en esa época no andábamos juntos todavía.
¿Su abuela (Angélica Ortiz) hubiera aceptado a su esposo?
A cado rato le digo a mi marido que ellos se hubieran caído muy bien. Él siempre me apoya en mi trabajo, me dice que inventemos cosas, todo el tiempo está lleno de proyectos, igual que mi abuela.