Por Mireya Ramírez Martínez.
Cuando una persona tiene solvencia económica y gasta y gasta, sin tener problemas quizá alguna vez se haya preguntado ¿cuál es el límite?
Sería conveniente establecer el Semáforo del Deudor: Verde: puedes hacerlo, siempre que el crédito sea equivalente al 10% del total de tus ingresos fijos. Amarillo: corres el riesgo de que se haga difícil terminar con tu deuda, si tienes que pagar el equivalente al 20% del total de tus salario.
Rojo: No te endeudes cuando la suma total exceda el 30% de tus ingresos fijos al mes.
Hay buenas épocas en la que nuestros ingresos fluyen abundante y constantemente. Pero es importante tener presente que nuestra vida tiene diversas etapas. En consecuencia es necesario ajustar nuestro gasto a la circunstancia en la que vivimos.
El dinero ajeno que recibimos como préstamo puede ayudarnos a mejorar o convertirse en un grillete.
Los expertos aconsejan: tomar créditos cuya suma total sea el equivalente al 10% del total de mis ingresos, de tal manera que no me signifique un desfase el cubrirlos totalmente antes de su vencimiento el mismo mes, o poder cubrir cuotas de pago mensual sin desequilibrar mis otros gastos.
Cuando hay solvencia, no sólo se gasta en aquello que es necesario, a veces los gastos sólo son por placer o por vanidad para guardar las apariencias. Y suele ocurrir que esta disposición del dinero no incluya una cantidad para ahorro y un plan de previsión, como seguro médico, seguro contra accidentes, contra catástrofes o para la educación de los hijos.
Ahorro y previsión son dos temas prioritarios en nuestra planeación de gastos. Aún si tengo suficiente dinero para gastar, debo tener cuidado cuando todo lo que uso lo compré a crédito, cuando sólo cubro los pagos mínimos que me piden de las tarjetas bancarias, cuando hago una o varias compras que hice a crédito exceden el 30% de mis ingresos mensuales.
Otra recomendación es NO invertir en un negocio que desconocemos o sin un plan de negocios, cuidado si nos proponen invertir en un negocio que dejará ganancias extraordinarias, tampoco es sensato prestar a alguien dinero para cubrir sus adeudos, pues con seguridad ese dinero no nos será devuelto.
El tomar créditos para negocios es pertinente cuando es para ampliar un negocio que sí me está dando suficientes ganancias y cuando voy a iniciar un nuevo emprendimiento, pero tengo otros ingresos que me sostienen.
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