Prensa Latina. Los pronósticos respecto a la sequía que hoy afecta a gran parte del territorio mexicano son sombríos, la ausencia de lluvias se extenderá al menos hasta abril y se registrará una carestía de los alimentos.
La situación meteorológica marca que para lo que resta de febrero, marzo y abril, habrá anomalía negativa en la precipitación, dijo recientemente en rueda de prensa José Luis Luege, director general de la Comisión Nacional del Agua.
Tal adversidad, junto con el daño humano que ocasiona, ha provocado mermas millonarias en la agricultura.
Solo en los últimos meses se perdieron más de 60 mil cabezas de ganado, en tanto la producción de frijoles y maíz ha sufrido pérdidas combinadas por 15 mil millones de pesos (casi mil 100 millones de dólares).
El presidente Felipe Calderón aprobó en enero un plan emergente para destinar alrededor de 34 mil millones de pesos (unos dos mil 500 millones de dólares) en recursos para enfrentar la calamidad presente en más de mil municipios y en 22 entidades federativas (de las 32 del país).
Las medidas, de acuerdo a la información oficial, se concentran en cinco estados donde la sequía está considerada como extrema: Chihuahua, Coahuila, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas.
Sin embargo, la Confederación Nacional Campesina (CNC) asegura que la ayuda actual es insuficiente.
En un comunicado divulgado el domingo por esa organización se alerta que las producciones en el campo cayeron 40 por ciento, lo cual generará una inevitable carestía de los alimentos en meses venideros.
El presidente de la CNC, Gerardo Sánchez García, subrayó que “hasta noviembre pasado la producción de maíz representaba apenas el 42 por ciento del volumen del programa para 2011, y en el caso del frijol solo el 41 por ciento”.
Estos datos van acompañados con las malas noticias contenidas en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2011 realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Según el análisis, entre 2008 y 2010 cerca de tres millones 200 mil personas se sumaron al ejército de la pobreza en México (la cifra está en 52 millones), mientras en el propio período alrededor de cuatro millones 200 mil ciudadanos más se sumaron a la condición de pobreza alimentaria.
La Confederación Nacional Campesina recordó que de esa cantidad de mexicanos sin acceso a la alimentación “casi el 75 por ciento (unos tres millones)” habitan en áreas rurales.
Aunque el dirigente de la CNC lamentó que el sector campesino del país se encuentra abandonado a su suerte, el problema se extiende todavía más.
El poder adquisitivo de las familias mexicanas en sentido general muestra una sensible contracción con el encarecimiento de la canasta básica en ocho por ciento.
Esa cifra duplica el aumento del salario mínimo general vigente desde el 1 de enero de 2012.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) confirmó que las presiones inflacionarias en los alimentos seguirán latentes en 2012 por la escasez de rubros básicos derivados de la menor producción de bienes agrícolas.
En la actualidad cualquiera que acuda a una red comercial tendrá que erogar más de 564 pesos (aproximadamente 56 dólares) para comprar entre otros alimentos, tortillas de maíz, pan, arroz, carne, leche, papas y frijoles.
Los mismos productos se adquirían en febrero del año anterior en unos 522 pesos (alrededor de 50 dólares).
Pero de todos los rubros el que más subió fue la tortilla (9,5 por ciento), un alimento de amplio consumo popular.
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