Procurador que acerca la policía a la gente

Francisco Salinas Ríos. Cuando el doctor dejó la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), quedó un vacío que pareció difícil de llenar y su lugar fue ocupado como encargado del despacho por el doctor Jesús Rodríguez Almeida, quien lo acompañó desde 2010, cuando fue promovido de la Fiscalía de Procesos Penales de la Zona Norte de la misma dependencia a la Subprocuraduría de Procesos de Averiguaciones Previas Centrales.

Mancera había sido un funcionario que llegó tras la tragedia de la discoteca News Divine, luego de ocupar el mismo cargo que su sucesor, en junio de 2008, quien en cerca de 40 meses de gestión, se convirtió en el procurador que le tocó llevar a la PGJDF a la modernización y la tecnología, para acercar la procuración de justicia a la ciudadanía, proporcionar una policía moderna y una cultura de la legalidad en la que se respeten los derechos humanos.

Acercar la procuración de justicia sería un objetivo que lograría a tal punto de ser denominado el “procurador del siglo XXI”, lo que sería una pesada herencia para quien le sucediera. Sin embargo, cuando el doctor Jesús Rodríguez Almeida fue nombrado encargado del despacho, estaba asegurada la continuidad de lo hecho por Mancera, por ser uno de sus más cercanos colaboradores y conocedor de los cambios que había hecho en el Ministerio Público y la Policía Judicial, que convirtió en Policía de Investigación cuando entró en vigor la Nueva Ley Orgánica de la PGJDF y que depuró. Ningún elemento de la Policía de Investigación realizaría más tareas administrativas, tareas de patrullaje –que se suprimieron al 100%–, se redujeron los grupos de escoltas, reestructuración racional de los horarios laborales, con el objetivo de aumentar la efectividad de los elementos”.

Además, señaló Mancera, “se dio una nueva presentación a los agentes que tendrían contacto con la ciudadanía. Antes actuaban con su ropa casual, informal, lo que no abonaba para inspirar respeto y confianza, y como no se les podía exigir que usaran traje y corbata, para exigirles su uso, la PGJDF les entregó esa vestimenta que se consideraría un ‘uniforme’ de trabajo”.

Mancera había acercado la procuración de justicia a la ciudadanía al hacerla transparente y accesible, pues modernizó las 73 agencias del Ministerio Público. “En cada agencia dispuso se colocaran pantallas digitales en donde se informa a los capitalinos de lo que se tramita en ellas, indicando el número de averiguación previa, la denuncia o querella presentada, si hay detenido y su estado –consignado o liberado–, y además se les proporciona el teléfono al que pueden llamar para obtener más información o presentar alguna queja”.

Con estos cambios, el ciudadano quedó salvaguardado de cualquier irregularidad en las agencias, ya que no se permiten los “enjuagues” que se acostumbraban al amparo de la confusión y desinformación que prevalecía en el pasado. Ni siquiera el cobro por copias de actuaciones del MP, porque la información está disponible digitalmente. “Tampoco la detención arbitraria o la incomunicación de los detenidos”.

El doctor Jesús Rodríguez Almeida coparticipó de la modernización, la tecnología y la vanguardia de la PGJDF como fiscal y como subprocurador, así que no le eran ajenas y cuando un mes después el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard lo ratificó como titular de la PGJDF sintió que tenía la obligación de acercar más la procuración de justicia a la ciudadanía, por lo que se comprometió a trascender la barandilla y hacer que los capitalinos tuvieran más cerca a la autoridad encargada de su seguridad.

Rodríguez Almeida no se quedó en el escritorio, se acercó a la policía para que la ciudadanía se sintiera segura, en un país y en una época en que la violencia y los cuerpos de seguridad la mantienen acotada.

Su trabajo es revelado por un incidente que le sucedió al compadre Fausto Valtierra Banda quien recibió un llamado de un cliente que le tenía que realizarle un pago y que le informó que se encontraba en la sucursal bancaria cobrando un cheque de 40 mil pesos, pero como sabía de la colusión de cajeros con delincuentes, le dijo al compadre que temía salir a la calle con tanto dinero en efectivo.

Valtierra Banda acudió a la sucursal a donde el clienta se encontraba y antes de entrar a la institución se detuvo y al ver acercarse una patrulla de la Policía Preventiva, le hizo señas para que se detuviera. El vehículo se detuvo y los patrulleros le preguntaron si ocurría algo a lo que el compadre les dijo que un amigo acababa de cobrar un cheque y que llevaba una fuerte cantidad, que les solicitaba su apoyo para poder ir a su negocio.

Los patrulleros no opusieron ninguna objeción y accedieron inmediatamente a acompañarlos. Le pidieron que se subiera en el automóvil de su cliente y que los escoltarían en la patrulla hasta su destino. Llegaron y cuando se apeaban, Fausto Valtierra y su cliente les dieron las gracias y, acostumbrados a dar las gracias con unas monedas, los agentes del orden los atajaron y les dijeron: “No, gracias, mejor llenen este formulario para que el señor Procurador sepa que estamos cumpliendo nuestro trabajo”.

Los policías les informaron que era disposición del doctor Jesús Rodríguez Almeida, no del doctor Manuel Mondragón y Kalb, secretario de Seguridad Pública.

“Sabemos que hay malos compañeros, pero el señor procurador quiere que la ciudadanía tenga una imagen diferente de la Policía y de nosotros los agentes”, les dijeron. Y se pusieron a sus órdenes para que en cualquier problema –asalto o intento de secuestro– les llamaran, que responderían de inmediato.

Uno de los agentes le entregó al compadre una tarjeta que ostenta el logo de la ciudad de México con la victoria alada (El Ángel) y Policía del DF atención ciudadana. Los números 066 de emergencias y el 52 08 98 88, del centro de atención del secretario de Seguridad Pública. En la tarjeta le anotó el número de su teléfono celular y el de su nextel, con la indicación de que si no lo encontraba llamara al centro de mando donde obtendría respuesta.

Fausto Valtierra y su cliente quedaron sorprendidos por la actitud de los agentes, llenos de satisfacción por lo que la ciudadanía en todo el país ha demandado de quienes tienen el encargo de proporcionar seguridad y protección. “Así deberían ser todos”, dijo el compadre. “Es un cambio que se requiere en todo el país”, añadió.

Si había alguna duda de que el puesto le quedara grande, el doctor Jesús Rodríguez Almeida da muestras de que tiene el tamaño para desempeñarlo con amplitud hasta el fin del sexenio, y con méritos para ser ratificado por el jefe de Gobierno que suceda al señor Ebrard.

Jesús Rodríguez Almeida tiene una amplia trayectoria en la procuración de justicia: agente del Ministerio Público de control de procesos, juzgados de paz penal 4º y 5º de la delegación Cuauhtémoc. En la Procuraduría General de la República: jefe regional y/o subdelegado sustantivo de la Agencia Federal de Investigación en Tamaulipas; coordinador de investigaciones de asuntos relevantes de la Subprocuraduría de Coordinación General y Desarrollo; en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua, director y/o primer comandante de la Policía Ministerial Investigadora, zona norte (Ciudad Juárez); director general de la Cárcel Pública Municipal de Cancún, Quintana Roo. Fiscal de Procesos en Juzgados Penales Norte y subprocurador de Procesos Penales de la PGJDF.

Es doctor en derecho, maestro en ciencias penales con especialización en ciencias jurídico-penal. Tiene estudios en Japón y Estados Unidos. Es académico del Instituto Nacional de Ciencias Penales, egresado del Instituto de Formación Profesional de la PGJDF. Y tiene un curso de formación de agentes del Ministerio Público. Además es maestro en valores fundamentales en procuración de justicia; técnicas de investigación criminal, entrevista e interrogatorio; administración de casos de delitos federales; vigilancia y seguimiento; introducción al proceso de inteligencia, contrainteligencia, narcotráfico y delincuencia organizada, penología, consecuencias jurídicas del delito, integración de la averiguación previa en materia federal; delitos en particular, teoría del delito; administración de justicia federal, acción penal en la averiguación previa, amparo penal y averiguación previa.