Tuvo Nicanor de la Fuente una larga y prolífica vida intelectual

Notimex. El prolífico escritor, poeta y periodista peruano Nicanor de la Fuente Sifuentes, autor de obras como “Las barajas y los dados del alba” y “Paisajes para colgar en la pared”, murió a los 107 años de edad, el 15 de marzo de 2009.
Conocido entre sus amigos y seguidores como “Nixa”, Nicanor Alejandro de la Fuente Sifuentes, nació el 16 de septiembre de 1902, en la provincia de Pacasmayo, Perú, en el seno de una familia integrada por Pedro de la Fuete Soto, administrador de la Hacienda Pátapo en Chiclayo, provincia peruana, y Julia Sifuentes Ahumada.
En 1918 se mudó a la hacienda de su padre donde conoció la vida del campo, impresionado por la pobreza y tristeza en la que vivían los peones inició una amistad con los miembros que apoyaron la revolución de Eleodoro Benel, quien se levantó en armas en la provincia de Chota en 1932.
De acuerdo con sus biógrafos, abandonó sus estudios para empezar a trabajar como dependiente de abarrotes en la casa Cuglievan, más tarde en el Banco Perú y Londres, y como cajero en la compañía Singer.
Poco después, entró al periodismo de tiempo completo; dirigió al lado de Juan José Lora y José Bracamontes el bisemanario “Crítica” y el diario “La Hora”, el cual fue clausurado a causa de la dictadura de Oscar Benavides en 1933. Después publicaron otro diario: “Ahora”, del que también se ordenó su cierre para 1935.
Sifuentes se casó con Ida Silva Leguía en 1931 con quien tuvo dos hijos.
Su primer poema fue publicado en la revista “Frívola” y el semanario “Juventud”. Además colaboró en el diario “El País” con algunos artículos publicados por primera vez en 1924.
Destacó en las letras y la poesía, además de ser parte del departamento Lambaye que, en el área de cultura.
En 1923 fundó la revista “Balnearios”, publicada sólo durante el verano, y fue cofundador del diario “La industria” de Chiclayo, en 1952, en el que comenzó a escribir su columna “A propósito” cuyo tema estaba vinculado con la historia y tradiciones de los pueblos norteños de Perú.
El seudónimo “Nixa” lo adoptó porque firmaba como “Nixanor” los versos que publicaba en el periódico La tarde reeditado por Eulogio Arenas, quien un día redujo su firma para convertirse en simplemente “Nixa”. Sin embargo, en algunas ocasiones también firmó como Alejandro Nadal o Alejandro Nureña de la Flor.
En su larga vida y trayectoria, Nicanor se relacionó con importantes intelectuales de su tiempo como Antenor Orrego Espinoza, filósofo, periodista y político, y el escritor José Carlos Mariátegui. Sin duda, su amigo de charlas literarias y conversaciones de todo tipo fue Juan José Lora, quien estuvo preso a causa de sus ideas políticas.
También entabló amistad con Abraham Valdelomar y José Santos Chocano, relaciones que impulsaron su incursión en la escritura. Años más tarde colaboró en el diario “El País”, de Chiclayo junto con Oscar Irmaña Sánchez y el poeta Juan José Lora, quien dirigía la revista “Juventud”.
Su obra “La feria de los romances”, escrita en 1940, se compone por 25 poemas que evocan la historia y tradición de Chiclayo, donde el escritor formó su personalidad literaria.
Escribió poesía para niños en el libro “Jacinto Peje y otras Audiencias” (1992), en el cual destacan los poemas “Un cuento para mi nieta”, “El ratoncito” y “La tortuguita de agua”.
Algunas otras publicaciones que integran su obra son “Las barajas y los dados del alba” (1938), “El libro de los tránsitos eternos” (1943), “Huacatil (1966)”, “Poemas para colgar en la pared” (1969), “La broma de los romances y el soneto” (1992) y “La perla de los romances” (1940).
Entre los reconocimientos que recibió destacan el Grado de Amauta del Periodismo Nacional de su país, así como la Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú con el grado de Comendador, así como la Orden del Sol, máximo premio del ciudadano peruano.
A los 107 años murió debido a un paro cardíaco el 15 de marzo de 2009, en la ciudad de Chiclayo, ubicada en el norte de Perú.