Prensa Latina. Las primeras 72 horas de la campaña electoral en México se cumplieron bajo un aluvión de propaganda política, atestada de promesas, que hoy se observa en medios de difusión y calles del país.
Los tres principales candidatos aparecen en spots televisivos con mensajes que alientan al voto ciudadano: Enrique Peña Nieto, el postulado del Partido Revolucionario Institucional, PRI en coalición con el Partido Verde Ecologista de México invita un gobierno asentado supuestamente en la eficacia que impulse el cambio.
Josefina Vázquez Mota, la abanderada del Partido Acción Nacional, PAN, habla del México diferente, mientras Andrés Manuel López Obrador, por la coalición de la izquierda, sustenta sus argumentos en la necesidad del cambio verdadero.
Habrá que seguir de cerca a cada uno para conocer cómo es que lograrían, en caso de agenciarse la silla presidencial en la residencia oficial de Los Pinos, materializar sus ideas.
El escenario de México con la inseguridad plantea a los potenciales electores lógicas preocupaciones acerca de cómo se llegará a pacificar a un país que en seis años ha visto morir asesinadas a más 50 mil personas por la violencia que generan los cárteles de la droga.
Otro elemento en que tendrán que insistir los candidatos es en la propuesta de soluciones para el tema económico y dentro de esto el desempleo.
La tasa de desempleo en México cerró diciembre de 2011 en 4,51 por ciento de la Población Económicamente Activa, lo que significa que alrededor de dos millones 300 mil mexicanos no tienen trabajo, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
“No es algo ajeno el que para garantizar la tranquilidad y la paz públicas, se piense primero en reactivar la economía y en generar empleos. Eso es parte de la solución al problema”, expresó López Obrador.
“Si hay empleos y bienestar y si se atiende a los jóvenes, si no se les cierran las puertas a los jóvenes, si logramos crear un ambiente de progreso con justicia, vamos a tener mejores condiciones para serenar al país, para garantizar la tranquilidad y la paz pública”, dijo.
Por delante hay 90 días para que los candidatos convenzan a una masa de más de 77 millones de votantes que lo ideal para México es lo diferente que plantea Vázquez Mota, que el cambio que impulsa Peña Nieto es lo que se busca la nación.
Y una tercera opción es que cambio verdadero está por venir, en correspondencia con el programa de López Obrador.
Las encuestas señalan como favorito a Peña Nieto, pero también esas mismas encuestas hablan de los eventuales indecisos. Es muy difícil aventurar pronósticos solo afincados en sondeos que únicamente tocan a una ínfima parte de la población.
El próximo 1 de julio de este año México elegirá a un nuevo presidente, así como a los 500 puestos de la Cámara de Diputados y los 128 del Senado, además de otros cargos públicos, entre ellos el gobierno del Distrito Federal.
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