Notimex. Ernesto Cardenal, poeta y sacerdote nicaraguense, se congratuló hoy por el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el segundo a lo largo de una vida de “compromiso” con un “mensaje social y revolucionario”, plasmado en su obra literaria.
Cardenal se autodefinió en declaraciones a Notimex como “un poeta comprometido” que ha “usado la poesía para llevar un mensaje social, revolucionario”.
El premio es, a su vez, un reconocimiento a varias generaciones de escritores nicaraguenses, desde el Príncipe de las Letras Castellanas, Rubén Darío (18 enero de 1867-6 febrero 1916), máximo representante del modernismo literario de la lengua española.
Se consideró “producto de la poesía nicaraguense de varias generaciones, desde Rubén Darío… una sola sucesión de poetas hijos de Darío”.
El escritor, de 87 años de edad, y ex ministro de Cultura en la Revolución Sandinista (1979-1990) fue merecedor del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2009 y en abril de 2010 fue incorporado como miembro en la Academia Mexicana de la Lengua.
Había lamentado “no he recibido premios hasta ahora” en 2009 “me dieron el Pablo Neruda en el Palacio de La Moneda, de Chile”, de manos de la entonces presidenta Michelle Bachelet, afirmó
A lo largo de años y de trabajo, agregó, “me había jactado de ser el poeta menos premiado de la lengua española…, no me puedo seguir jactando de ser el poeta menos premiado, pero lo había sido hasta ahora”.
“Es el segundo premio literario que yo recibo”, afirmo en una conversación en su despacho, en la galería Casa de Los Tres Mundos, en Managua.
Su gran pasión ha sido la poesía, luego encontró su vocación religiosa que lo empujo a un monasterio de la Orden Trapense y la revolucionaria la descubrió en su primera visita a Cuba en 1970.
Niega que haya sido político alguna vez en su vida y más bien se autodefine como “poeta, sacerdote (y) revolucionario”.
“Nací poeta, desde los seis años recitaba poesía, fui poeta y después la vocación religiosa me llevó a un monasterio trapense contemplativo”, manifestó.
“La vocación revolucionaria la descubrí después de mi primera visita a Cuba en 1970… he sido poeta, sacerdote, revolucionario, no político”, expresó.
Ernesto Cardenal despertó hoy con la “sorpresa agradable” de ser merecedor del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana “algo que no me esperaba. Inesperado”.
Las llamadas telefónicas de amigos, editor y la oficialización del Palacio Real llegaron a horas tempranas de este jueves.
El galardón sería entregado en Salamanca, España, en noviembre próximo y “tendré que ir”, indicó.
No espera una felicitación oficial del gobierno de Daniel Ortega. “Es posible” que “no diga nada” por sus punzantes criticas a la actual administración y al líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Es posible que el gobierno no diga nada, el gobierno es enemigo mío o yo soy enemigo del gobierno. No estoy esperando que diga nada, que no les guste y lo callen”, manifestó.
En cambio, el ex vicepresidente (1985-1990) y escritor Sergio Ramírez y su esposa lo visitaron en su casa hoy, para saludarle luego de conocer la noticia.
El autor de Canto Cósmico comentó que la poesía “perfecta” es aquella que expresa “lo que uno quiere hasta donde se puede hablar” porque “no es lo mismo decir que querer expresarse”.
Desde su retiro de la política partidaria, se ha dedicado a leer temas científicos, ciencia y del universo. Continúa sus trabajos de esculturas y anotaciones de ideas para sus próximas obras.
El máximo galardón es un reconocimiento a la obra de un autor vivo por su valor literario y que ha constituido un aporte relevante al patrimonio cultural de Iberoamérica y España.
Autor de La Oración por Marilyn Monroe (1965), Epigramas (1961), Salmos (1964) y Cántico Cósmico (1986).
El premio está dotado de más de 55 mil dólares y celebró su XXI edición otorgando el galardón a un centroamericano que se impuso a los finalistas Antonio Colinas y María Victoria Atencia.
Con larga militancia en el Frente Sandinista, Cardenal se separó de ese partido en el año ´94, después de la primera derrota electoral en febrero 1990.
Es un duro critico de la gestión del presidente Daniel Ortega, quien recuperó el poder en enero de 2007, fue reelecto en noviembre de 2011 e inició su segundo período continúo en enero de 2012.
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