Roseyra Marenco, pilar en la historia de la danza mexicana

Notimex.  La bailarina y coreógrafa Roseyra Marenco, quien falleció el 11 de mayo de 2009, fue un pilar en la historia de la danza mexicana, reconocida por haber sido una profesional talentosa, de personalidad recia y de carácter especial, directo, sincero y casi brusco.
La maestra de danza, coreógrafa y fundadora del Ballet Moderno de México, nació en Coatzacoalcos, Veracruz, el 29 de abril de 1930; tuvo una prolífica trayectoria, a pesar de sus complicaciones de salud, como el asma que padeció toda su vida.

Marenco solía decir que un profesional del ballet debe tener entre sus cualidades la pasión, la constancia, el entusiasmo y la entrega, de acuerdo con información obtenida de medios de comunicación del país.

Comenzó sus estudios en la Academia Mexicana de la Danza en 1949 con una gran convicción, entre sus instructores figuraron Ana Mérida, Guillermo Keys, Xavier Francis, Waldeen von Falkensten Brooke de Zatz, David Good, Ana Sokolov, Antonio de la Torre, Beatriz Flores y Amalia Hernández.

Desde joven mostró su ingenio y pasión por la danza, en 1953 creó su primera coreografía “Movimiento sinfónico”, la cual se caracterizó, según el crítico Raúl Flores Guerrero, por tener muchas excelencias, plasticidad y dinámica armonizada en los movimientos con un verdadero sentido estético, espontaneidad y claridad en la expresión artística.

Este crítico consideró que gracias a la calidad de su técnica, llegaría en poco tiempo a lograr la perfecta coordinación en la creación integral de su Ballet.

A partir de ese momento comenzó un gran recorrido, colaboró en la Compañía de Danza Moderna de Bellas Artes en 1954, tres años más tarde realizó una exitosa gira por Venezuela con el Ballet Mexicano, ingresó al Ballet Nacional en 1964, en donde permaneció dos años, luego, en 1966 trabajó con el Ballet Folklórico de México.

Marenco se destacó por dedicarse apasionadamente a su trabajo, consideraba que para consagrarse al cultivo de la danza, se requiere de una devoción religiosa, mística, en la que hay que entregarse por completo, los profesores de la danza, señalaba, tienen que someterse a un ritual cotidiano que exige resistencia, perseverancia y amor.

Fue Primera Ballerina, coreógrafa y maestra mientras estuvo en el Ballet Folklórico, una vez consolidada su trayectoria, compuso la coreografía “Letanía erótica para paz”, junto con John Frealy y Nellie Happee.

Como docente se le calificó como una excelente maestra de danza por su desempeño en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), los Centros Culturales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en la Academia de Danza.

Marenco, quien tuvo una presencia apabullante, una sonrisa fácil y una danza cargada de fuerza física y emocional, de acuerdo con Margarita Torjada Quiroz, falleció de un paro cardiaco el 11 de mayo de 2009.