México: La bola de cristal

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Published on junio 04, 2012 with No Comments

Prensa Latina. Múltiples encuestas revelan que en la actual campaña presidencial mexicana más del 20 por ciento de los ciudadanos aún no han decidido por quién votarán o, incluso, si acudirán a las urnas el próximo 1 de julio.

Tal porcentaje corresponde al de los indecisos, un segmento poblacional de entre 17 millones y 25 millones de personas, que para no pocos entendidos, podrían ser claves a la hora de determinar quién será el siguiente Presidente o Presidenta de la República en el sexenio 2012-2018.

Pero esta especie de bola de cristal resulta en sentido general engañosa “y se usa en gran medida para manipular a la opinión pública”, advirtió el dirigente político mexicano Cuauhtémoc Amezcua Dromundo a propósito de la actual guerra de sondeos en el país.

Hay algunos sondeos “descaradamente retocados que están en función de determinada organización política”, afirmó Amezcua, presidente del Partido Popular Socialista (PPS) de México en entrevista con Prensa Latina.

Son expertos en “proporcionar solo la información de conveniencia y es algo que funciona”, dijo al comentar la ubicación que otorgan las encuestadoras a los cuatro candidatos que contienden por la presidencia de la República.

Comentó que en la actual campaña electoral se ha tratado desde el principio de sembrar la idea de que la pelea será entre dos: el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) e ignorar la opción antineoliberal que representa Andrés Manuel López Obrador.

“Y quienes así piensan tienen razón, la pelea en las urnas será entre dos, pero no PRI-PAN, sino la alianza de las izquierdas del Movimiento Progresista, de López Obrador, contra cualquiera de los otros dos partidos tradicionales”, aseveró.

Las encuestas mantienen como puntero al abanderado de la coalición Compromiso por México del PRI y Verde Ecologista (PVEM), Enrique Peña Nieto, seguido López Obrador, quien hace unas semanas logró desplazar al tercer lugar a la candidata panista, Josefina Vázquez Mota.

En un lejano cuarto escaño se mantiene el ambientalista Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza (Panal), aunque vale destacar que tras el primer debate, celebrado el pasado 6 de mayo, este ha logrado ascender mínimamente en las preferencias electorales.

De cualquier manera, Quadri tiene la misión de dar a Nueva Alianza el dos por ciento de la votación total, proporción mínima para mantener a esa fuerza como un partido con registro oficial.

Para el venidero 10 de junio está prevista en Guadalajara (Jalisco) la segunda y última porfía entre candidatos organizada por el Instituto Federal Electoral. Según distintos analistas esa será la hora de la verdad, porque se realizará a escasos 20 días del sufragio y casi al final de la campaña (que concluye el 27 de junio).

EL ESCENARIO

Dos temas definitorios para los candidatos que aspiran a la silla en la Residencia Oficial de Los Pinos son el combate al narcotráfico y a la delincuencia, que ha generado una gran crisis de inseguridad en el país y, en lo económico, el programa neoliberal de privatización, que incluye al petróleo nacionalizado en 1938.

Las acciones del crimen organizado y el empleo del ejército en la estrategia de la actual administración de Felipe Calderón para combatir el flagelo ha costado a la nación cerca de 60 mil vidas sin que todavía se llegue a garantizar la seguridad de la población.

El priista Peña Nieto ha expresado el propósito de asociar a la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) con capital privado, especialmente foráneo.

Similar programa privatizador, pero con otros matices sería puesto en práctica por el PAN y Panal. Solo el abanderado de las izquierdas defiende el control estatal de Pemex.

En cuanto a la seguridad pública, excepto Vázquez Mota, los presidenciables pretenden cambios en el combate al narcotráfico, pero reconocen la imposibilidad de retirar de forma inmediata las fuerzas armadas de esta guerra.

A casi un mes de los comicios, el escenario mexicano se tiñó con un nuevo color político: la irrupción del movimiento estudiantil #Yo Soy 132 surgido a partir del rechazo a la visita que hizo Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana el 11 de mayo último.

Ello desencadenó desde el 18 de mayo continúas manifestaciones anti Peña Nieto y contra la manipulación informativa en esta capital y otras ciudades del país.

Los jóvenes han presentado su pliego de demandas para exigir la democratización de los medios de comunicación, la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información.

Sin duda va a influir este movimiento en lo que está por venir, afirmó a Prensa Latina el magistrado Armando Maitret, del Tribunal Electoral del Distrito Federal, a propósito del #Yo Soy 132.

Es una ola crítica que está focalizada todavía en un ambiente universitario que no ha sabido recoger otras preocupaciones del resto de los jóvenes mexicanos, porque no todos tienen acceso a las redes sociales, acotó Maitret.

En realidad es un sector privilegiado el que tiene Internet y acceso a redes y creo que el movimiento tiene reclamos muy validos, pluralidad; sin embargo, no ha sabido atraer a sí los reclamos de otro sector juvenil, de otro tipo de necesidades como es la subsistencia diaria para muchos, sentenció.

Algunos analistas consideran que la presencia de este segmento poblacional a mitad de campaña sí podría modificar las tendencias electorales, pues representa casi el 30 por ciento del padrón de votantes, si se incluyen los individuos hasta 29 años de edad.

El actual movimiento de jóvenes no solo es una crítica al candidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, sino a lo que este representa simbólicamente: corrupción e impunidad, afirmó en un estudio Enrique Cuna, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Según el listado nominal, en los comicios del primero de julio ejercerán su voto por primera vez tres millones 400 mil jóvenes de entre 18 y 19 años, mientras que unos 10 millones más lo harán por primera vez en una elección presidencial (20-23 años).

O sea, suman casi 14 millones que por primera ocasión incidirán en la elección presidencial, cuando en el 2006 Felipe Calderón fue ganador oficial de la elección con 15 millones de votos, recordó el rotativo.

Se estima que cerca de 25 millones de electores de hasta 29 años suponen el 30 por ciento del listado nominal del país, calculado en casi 80 millones de ciudadanos.

PELEA ENTRE DOS

Desde el principio dos de las principales fuerzas políticas han querido dejar claro que la pelea en estas elecciones será entre el PRI y el PAN, han tratado de ignorar la opción antineoliberal que representa Andrés Manuel López Obrador, dijo Cuauhtémoc Amezcua Dromundo.

Creo que la pelea al final será entre dos ciertamente, pero no serán el PRI-PAN, sino la opción de la alianza de las izquierdas del Movimiento Progresista, de López Obrador, contra cualquiera de los otros dos partidos tradicionales.

Un eventual gobierno de López Obrador significaría para México estar en la tónica más latinoamericanista, subrayó el dirigente político.

Admitió que la izquierda en México ha pasado por conflictos internos lamentables, pero ahora por primera vez se intenta lograr el camino de la unidad.

Dromundo consideró que aún con esas debilidades “se da ahora un escenario favorable para el posible triunfo de la izquierda en las elecciones de julio”.

Pienso, dijo, que “se puede alcanzar la victoria, de lo contrario serían otros seis años en los cuales se empeorarán en mucho los problemas de pobreza, marginación, desempleo y saqueo de las riquezas nacionales, por solo citar algunos ejemplos”.

Subrayó que “en México hay cuatro opciones (según la cantidad de candidatos), pero una sola posibilidad de cambio”.

Por lo pronto los candidatos recorren el territorio nacional en sus actos de campaña y los medios de difusión se encargan de saturar de spot su programación habitual.

De acuerdo con expertos los mexicanos reciben diariamente entre 24 y 25 materiales audiovisuales de ese tipo por hora, lo que sumará unos 49 millones cuando se dé el silbato final a esta carrera electoral.

Faltan menos de 30 días para que en este país multicultural y multiétnico se elijan un nuevo presidente, otro Congreso de la Unión, seis gobernadores y el jefe del gabinete del Distrito Federal, entre más de dos mil cargos públicos en disputa en este 2012.

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