Reabrirán la zona arqueológica Cuarenta Casas, en Chihuahua

Notimex. La zona arqueológica Cuarenta Casas, ubicada en el estado de Chihuahua, será reabierta de manera parcial a partir de esta semana, luego de haber sido cerrada temporalmente como consecuencia del incendio forestal que afectó 40 por ciento de las 200 hectáreas del bosque donde se encuentra dicho sitio.

En el municipio de Madera, los visitantes podrán contemplar el conjunto de casas de acantilado desde el mirador, mientras se restauran los andadores de madera que se quemaron, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado.

El arqueólogo Eduardo Gamboa Carrera señaló que una vez concluidas las etapas de contingencia y evaluación de los daños, se decidió que Cuarenta Casas puede ser visitado nuevamente de forma parcial, hasta el área del mirador, para observar las antiguas edificaciones construidas en abrigos rocosas de la Sierra Madre Occidental y que no fueron afectadas.

El área de andadores de madera y señalizaciones resultó afectada por el incendio y resulta inseguro caminar por la zona, además de que puede haber desprendimientos de tierra, por lo que habrá acceso a estos hasta que finalicen las tareas de rehabilitación, dijo.

Gamboa, quien es también director del Centro Cultural Paquimé, explicó que Cuarenta Casas puede ser contemplado desde el mirador sin ningún percance, ya que es un lugar escénico cultural, que se admira conjuntamente con el ambiente, como la vista con las montañas, el cañón y las cuevas en medio, a diferencia de las construcciones de Mesoamérica, que son piramidales.

Las casas acantilado son viviendas con cuartos de dos y tres niveles de altura, fueron construidos con muros de adobe y entrepisos de viguería, en el interior de cuevas y abrigos formados en los acantilados de las barrancas.

El sitio, que fue declarado como Zona de Monumentos Arqueológicos en enero de 2002, estuvo habitado por grupos de cazadores, recolectores y agricultores de la cultura Casa Grande.

Gamboa destacó que el fuego no alcanzó las casas de acantilado, pero la magnitud del incendio secó un poco los muros, por lo que para rehidratarlos y estabilizarlos se aplicará el método tradicional de conservación que se utiliza desde hace un siglo en México para la arquitectura de tierra, a base de baba de nopal, que se usa como mucílago para hidratar y dar cohesión.

Dejó en claro que el siniestro no afectó los vestigios, gracias a que en años recientes el INAH y la World Monuments Fund se dieron a la tarea de proteger la zona con corrales de piedra de mampostería seca, cercos contra fuego y brechas, las cuales se quemaron parcialmente pero evitaron que las antiguas viviendas se dañaran.

Paralelamente a la hidratación de los muros, se rehabilitará el sitio; se renovarán los andadores de madera que conducen al arroyo y a las casas acantilados, ya que para llegar a las cuevas se debe bajar un sendero de más de un kilómetro, cruzar el río y subir una pendiente de 700 metros, abundó.

El INAH indicó que Cuarenta Casas es uno de los sitios más visitados por el turismo cultura, por lo que resulta importante que los vestigios no sufrieran daño, a diferencia de la flora y fauna que se vieron afectados; sin embargo, tendrán que extremarse precauciones.

La zona arqueológica data del año 1200 d.C., época de mayor influencia de Paquimé hacia el suroeste de Casas Grandes; está integrado por los conjuntos Cueva de las Ventanas, del Gato, de las Ratas y del Puente.

También la Cueva de las Terrazas, que se ubica en el margen del arroyo El Garabato, y, a diferencia de las casas acantilado, ésta es un asentamiento construido con mamposterías secas, en el área se pueden ver las terrazas que se implementaron para cultivo de maíz.

El conquistados español Álvar Núñez Cabeza de Vaca bautizó la zona arqueológica como Cuarenta Casas en el siglo XVI, para designar un número indeterminado de viviendas construidas con tierra, y desde entonces así se le denomina.