Es la poesía el centro y la base de la literatura: Manuel Andrade

Notimex. La poesía es todo lo que estructura la literatura, a veces se hace en verso y otras más en novela, cuento o narración; es ésta, entendida como el ritmo, el centro y la base de la literatura, aseguró el escritor Manuel Andrade.

En este sentido, en su poemario “Siete veces el mar”, a presentarse el próximo martes en la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, el bardo explora lo relativo al quehacer literario, particularmente al de la poesía, a través de un yo múltiple, donde la memoria es el eje de su escritura.

A través de siete poemas Andrade establece un diálogo con la obra de David Huerta, Pedro Serrano, Carlos López Beltrán, José Luis Rivas, Alicia García Bergua, Luis Cortés Bargalló y Sergio Negrete Salinas.

Como un homenaje a sus contemporáneos, Andrade intenta que entre los epígrafes de sus coétaneos y su texto, se genere un diálogo. “Es acercarse a algunos procesos creativos y tocar algunos puntos comunes e incluso de sostener alguna discusión sobre la literatura”, explicó.

El autor comienza su recorrido con “Espejo enfermo”, en el que trata sobre qué le sucede a un poeta cuando escribe y sobre la necesidad de que al concluir una obra, que ve tan suya, tenga la necesidad de hacer una nueva.

En el caso de “El Grial”, dijo, tiene que ver con la forma de hacer poesía; alude a la construcción de un poema, sobre la historia y el cómo se hace uno poeta. “Verse uno mismo, y ver a su historia y poesía cómo una posibilidad de llegar a una imagen determinada, en este caso a la rama del árbol”, apuntó.

Sobre “Diluvios”, dedicado al pintor Luis Argudín, comentó, tiene su génesis en el regodeo con la memoria, el cuerpo de la mujer y la lluvia.

Aquí traté de hablar de mi historia personal, donde la voz del yo se vuelve Manuel Andrade, y donde el “super yo” es el que va poniendo las trabas y me reprime.

Mientras que “Primal”, dijo, es una visión nocturna del cansancio físico que se convierte en miedo, donde plasmo el amor de los padres como fundación y la imagen del miedo infantil; es el poema más extraño que he escrito, comentó.

Ya en “Elegía”, un poema barroco, manifiesto la imagen de “una manzana”, se trata de un recuerdo infantil sobre mi padre, quien la situaba en su recámara para que le aromará el cuarto.

“Es el símbolo de todo, de la poesía y de la muerte, porque es también una metáfora religiosa de la manzana del Edén, y termina en el fracaso de la literatura”, detalló.

En “Ciudad al aire”, el asunto de la muerte, se vuelve cotidiano, pues retoma los cambios y las modificaciones que el yo múltiple hace de las cosas; “es el símbolo de la ciudad sobrepuesta una sobre otra, es decir, su pasado y presente arriba uno del otro”.

El último poema, “El mar nocturno”, indicó, es una metáfora general de mi poesía, es muy explícito el asunto de repetir y la justificación del título.

“Es como el destino de quien escribe y la sensación que viví cuando vi por primera vez el mar”, aseguró.

“Siete veces el mar”, editado por la Dirección General de Publicaciones (DGP), del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), será presentado el martes 17 de julio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Contará con los comentarios de Blanca luz Pulido, Luis Cortés Bargalló, Carlos López Beltrán y el autor.