Notimex. Autor del detective literario más famoso de todos los tiempos, “Sherlock Holmes”, el novelista británico Arthur Conan Doyle, quien falleció el 7 de julio de 1930, logró redefinir el género policiaco.
Nacido el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo, Escocia, Conan Doyle fue el hijo mayor de una pareja católica conformada por Charles Altamont Doyle y Mary Foley. Se dice que tras la muerte de su padre, quien padecía de alcoholismo, el novelista vivió bajo la tutela de sus tíos.
Según sus biógrafos, comenzó sus estudios en 1868, en el Hodder Jesuits Preparatory School; más tarde asistió al Stonyhutrs College, de donde se graduó en 1875.
De acuerdo con la biografía del sitio “online-literature.com”, posteriormente, Conan Doyle viajó a la ciudad de Feldkirch, Austria, donde ingresó a un colegio de Jesuitas. Después ingresó a la Universidad de Edimburgo y estudió medicina, al tiempo que conoció al que fue su mentor, el médico y profesor Joseph Bell.
Mientras cursaba sus estudios, detalla la fuente, escribió numerosos artículos y reportajes, que publicó en revistas como: “The Lancet”, “Pall Mall Gazette” y “La Sociedad de Londres”.
En 1882, Conan Doyle se estableció en Portsmouth, Inglaterra, donde abrió una clínica con gran éxito, a la par continuó con sus textos y viajó constantemente a Londres.
En años posteriores aumentó su producción literaria y aparecieron libros de ficción como “Estudio en Escarlata” (1988), “El misterio de Cloomber” (1888), “Miqueas Clark” (1889), “El signo de los cuatro” (1890) y “Girldlestone” (1890).
En un momento de auténtica inspiración, basándose en el modelo de Quijote y Sancho que tantos novelistas han utilizado, el autor creó al doctor Watson, un médico leal pero intelectualmente torpe que acompaña a Sherlock Holmes y escribe sus aventuras, asegura el portal “biografiasyvidas.com”.
En julio de 1891 empezó a publicar en la revista Strand Magazine las andanzas de su personaje, basado parcialmente en uno de sus profesores de la universidad, que abogaba por seguir estrictos razonamientos deductivos en todos los órdenes de la vida.
No obstante, harto de Sherlock, protagonista de 4 novelas y 56 relatos de ficción, decidió darle muerte junto a su enemigo mortal, el maligno profesor Moriarty; pero a causa de la presión de sus lectores, debió resucitar al detective en 1902, con “El sabueso de los Baskerville”.
En sus personajes destacan rasgos muy reveladores de los estereotipos de la clase alta victoriana: afición a la cocaína, destreza en la música, bruscos accesos de euforia y de melancolía, misoginia y, por supuesto, patriotismo al servicio indiscutible del imperio inglés.
A partir de esta obra, el inglés obtuvo gran éxito, por lo que decidió abandonar la medicina para dedicarse de lleno la literatura. Los mejores relatos de la novela dedicada a Holmes son: “El signo de los cuatro”, “Las aventuras de Sherlock Holmes”, “El sabueso de Baskerville” y “Último saludo en el escenario”.
Dichos textos alcanzaron la fama mundial y popularizarón el género de la novela policiaca.
Otras de sus obras son las novelas históricas: “Micah Clarke” (1888), “La compañía blanca” (1890), “Rodney Stone” (1896) y “Sir Nigel” (1906); además de la obra de teatro “Historia de Waterloo” (1884).
Informa la página web “epdlp.com”, que Conan Doyle recibió el título de Sir en 1902, tras la creación de sus textos “La guerra de los Boérs” y “La guerra en Sudáfrica”, en las que relataba acontecimientos de la época y justificaba la participación de su país en estos conflictos.
Debido a que su hijo perdió la vida durante la Gran Guerra, el novelista se convirtió en un fanático del espiritismo, dedicando su tiempo a dar conferencias y escribir de manera amplia sobre el tema, hasta su muerte registrada el 7 de julio de 1930, tiempo después de publicar su autobiografía.
No Comments
Comments for Se cumplen 82 años sin sir Arthur Conan Doyle are now closed.