Dedican función especial a Raúl Flores Canelo a 20 años de su muerte

Notimex.- Con danzas primitivas, danzón, ballet clásico y coreografías con un toque de rock, el Ballet Independiente (BI) dedicó anoche una función especial a su fundador Raúl Flores Canelo (1929-1992), en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.

Bajo la dirección de Magnolia Flores, la compañía deleitó a los presentes, con cuatro obras que reflejan el espíritu de sus creadores y que plasman la transición de la compañía.

A 20 años de la muerte de quien fuera considerado uno de los coreógrafos más representativos por su narrativa coreográfica auténtica y profunda, los cerca de 15 bailarines ofrecieron el programa titulado “Fuerza y vida en la danza”.

“Bailemos a Mozart por los ángeles que se han ido” (2001), “Tres fantasías sexuales y un prólogo” (1981), “La familia” (1987) y “Danzón para una mujer que se convierte en sandía” (2006), fueron las coreografías que este grupo de virtuosos del baile presentaron.

Se trata de obras divertidas, en la que una familia completa baila una especie de rock mezclado con charleston, otra en la que una pareja de hombres baila sensual y eróticamente, mientras que en la tercera se abordan temas sociales.

La velada inició con “Bailemos a Mozart por los ángeles que se han ido”, en la que una mujer ataviada tipo “Diosa del Olimpo” aparece en escena caminando sobre el escenario de un lado al otro y enseguida, más de 10 bailarines con ramo en mano y vestidos de la misma manera, le hacen compañía y ejecutan una serie de pasos y movimientos uniformes.

Dicha pieza, es un homenaje a Tim Wengerd, primer bailarín de la compañía de Martha Graham que falleció de Sida, informaron los organizadores.

El programa continuó con “Tres fantasías sexuales y un prologo” en el que se hacen presentes diferentes sectores de la población.

En primer lugar, el cazador nocturno, una danza en la que los aullidos de un lobo se escuchan en todo el foro y enseguida se hacen presentes dos hombres, cada uno en contraesquina realizando movimientos en el piso bajo la pálida luz de dos reflectores.

Los aullidos son cada vez más constantes y la pareja de bailarines presenta una coreografía muy sugerente mientras transcurre la noche.

En esa misma pieza, aparece la Redentora, danza de una mujer religiosa que en una misión para catequizar es seducida por un aborigen, quien a su vez, deleitó a los presentes con candentes movimientos.

Posteriormente, se presentó “el maestro albañil”, coreografía en la que tres albañiles encuentran a una sirvienta en la calle y, de manera chusca, tratan de seducirla.

En “Terpsíocore en México” (la familia), según sus organizadores, se replican las malas copias que surgieron en este país referentes a la danza expresionista. Esta pieza además, aborda el tema de diversidad sexual.

La velada concluyó con “Danzón”, pieza que aborda la femineidad de las mujeres mexicanas; Se trata de una pieza sensual y provocadora.