Evidencia “22/11/63” genialidad y oficio narrativo de Stephen King

Notimex.- A partir de la interrogante de qué hacer si se pudiera impedir un suceso que cambiará para siempre la vida que nos ha tocado vivir, el maestro del suspenso Stephen King desarrolló “22/11/63”, su primera historia basada en hechos reales, aunque no exenta de su característico sello sobrenatural, una novela que ha recibido grandes elogios de la crítica de su país.

“The New York Times” la considera la mejor novela de viajes en el tiempo desde H.G. Wells, pero es mucho más que eso, dicen sus editores, para quienes se trata de un “impecable retrato social, político y cultural del final de los años 50 y el principio de los 60”.

Un mundo marcado por coches enormes, la música de Elvis Presley y por el asesinato del presidente más poderoso del mundo, John F. Kennedy, a manos de un insignificante Lee Harvey Oswald.

Autor de medio centenar de obras, King recurre a casi 900 páginas para contar la historia de Jake Epping, profesor de inglés en el instituto de Lisbon Falls, en Maine, Estados Unidos, que se gana un sueldo extra con clases nocturnas para adultos.

Un día les pide que escriban sobre un acontecimiento que les haya cambiado la vida y una de esas historias es la de Harry Dunning cuando su padre regresa para matar a su madre, hermano y hermana.

El trabajo impacta tanto al profesor que al descubrir el secreto de su amigo Al, quien es dueño de una puerta que conduce al pasado, Jake no duda en embarcarse a la aventura que le pide, impedir el asesinato de Kennedy, al tiempo que busca cambiar la historia de Dunning.

Es así como Epping, convertido en George Amberson, volverá a la época de Elvis Presley y de Glenn Miller, de los grandes cadilacs, y de los bailes de “rock and roll” en el gimnasio de su Instituto, donde se enamorará de la guapa bibliotecaria Sadie Dunhill.