Notimex.- Con un recorrido musical por más de seis décadas de trayectoria, el intérprete estadounidense Tony Bennett demostró esta noche porque es uno de los artistas más emblemáticos de su país y uno de los últimos grandes crooners, durante el concierto que ofreció en el Teatro Metropólitan de esta capital.
Ante un recinto lleno, en su mayoría por un público adulto, el cantante interpretó un amplio repertorio de balada y jazz para cerrar su gira en Latinoamérica con un concierto donde la elegancia y el romanticismo fueron los ingredientes principales.
Las luces del escenario se encendieron a las 21:05 horas, y una voz en “off” anunció que este concierto estaba dedicado a la cantante Jenni Rivera, quien falleció el día de ayer en un accidente aéreo, así como a su familia.
Fue Antonia Bennett, hija de Tony, la encargada de abrir el concierto, acompañada por cuatro músicos: Lee Musiker (piano y dirección musical), Marshall Wood (contrabajo), Gray Sargent (guitarra) y Harold Jones (batería).
Tan solo 15 minutos después, Tony Bennett salió al escenario para ser cobijado por una ola de aplausos que su público le ofreció de pie y que el cantante agradeció con el tema “Watch what happens”, a la que siguió “They all laughed”, oportunidad que aprovechó para demostrar que a sus 86 años de edad no ha perdido una onza de su talento.
El ganador de 17 premios Grammy y dos Emmy, quien ha vendido más de 50 millones de discos en el mundo, continuó con “Maybe this time”, tema que hiciera famoso la actriz y cantante Liza Minnelli en la película “Cabaret” (1972). Mientras cantaba “Todo mundo ama a los ganadores pero nadie me ama a mí”, una mujer del público le gritó “Tony te amo”.
Para interpretar el tema “Old Friends”, Tony llamó a su hija Antonia Bennett para que lo acompañara y juntos no sólo cantaron, sino que complacieron al público con algunos pasos de baile.
El intérprete aprovechó para manifestar su amor por México, al que calificó como un lugar maravilloso, tras lo que entonó “But Beatiful”, “Because of you”, su primer éxito, y “Boulevar of te broken dreams”, la primera canción que grabó, en 1950.
Fueron un total de 23 canciones las que interpretó, desde sus primeros éxitos, hasta las que conforman su más reciente producción discográfica “Viva duets”, entre ellas “Just the Way You Look Tonight”, “Just in time” y “For once in my life”.
No podían faltar los clásicos “Who cares”, When you´re smiling”, “I´m old fashioned”, “I Left my Heart in San Francisco” y “The Shadow of Your Smile”.
Uno de los momentos más especiales de la noche fue cuando Tony Bennett dejó el micrófono para cantar a capela “Fly me to the moon”, tema que cerró el concierto y que dio paso a una ovación de pie por parte de los presentes que salieron del recinto satisfechos por haber sido testigos de un concierto prácticamente irrepetible.
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