Fue Salvador Elizondo uno de los más sólidos autores de su generación

Notimex.- Roberto Bolaños Godoy recuerda este mes a Salvador Elizondo, quien mañana cumpliría 80 años, como uno de los escritores más originales e hipnóticos de la literatura mexicana, por obras como “Farabeuf o la crónica de un instante”. Según el artículo “Inconclusiones/Salvador Elizondo, la anomalía”, Elizondo fue un autor que conjugó fuentes tan exóticas como dispares: Joyce, Pound, Ciorán, Bataille, Mallarme y la cultura china, lo que reflejó de inmediato en el citado texto de 1965.
Éste, recuerda Bolaños, le valió de inmediato el Premio “Xavier Villaurrutia” y el reconocimiento en vida y muerte como uno de los escritores más sobresalientes de su generación.

En “Farabeuf…”, agrega el texto localizable en el sitio Http://www.lja.mx/2012/12/inconclusiones-salvador-elizondo-la-anomalia/, Elizondo mostró la expresión máxima de su complejidad y de sus procedimientos literarios, que estaban repletos de referentes eruditos y engañosos, casi inaccesibles.

Salvador Elizondo Alcalde nació en la Ciudad de México el 19 de diciembre de 1932. Su padre, Salvador Elizondo Pani, era un diplomático y productor de cine, fue así como el joven se acercó al cine y la literatura, destaca la biografía que del autor publica el sitio “escritores.org”.

Pasó varios años de su infancia en Alemania, en una época previa a la Segunda Guerra Mundial. Cursó tres años en una escuela militar de California. Además, estudió Artes Plásticas en México y Literatura en Ottawa (Canadá), Cambridge (Inglaterra), La Sorbona (Francia), Peruggia (Italia) y la UNAM (México).

Su formación universitaria se complementó con estudios de lengua china que realizó en el Colegio Mayor de México, donde estuvo becado. A partir de 1964, impartió clases en la UNAM. En 1965, fue becado por la fundación Ford, y por la Guggenheim en 1968 y 1973.

Según el sitio “mcnbiografias.com”, Elizondo se consagró como una de las figuras más relevantes del panorama intelectual y artístico de su nación. En 1968, se convirtió en asesor literario del Centro Mexicano de Escritores, donde impulsó la labor cultural.

Salvador fundó la revista “SNOB” y “Nuevo Cine”, por otra parte fue colaborador de las revistas “Vuelta”, “Plural” y “Siempre”, entre otras. Sus escritos eran de un estilo vanguardista y sobre todo surrealista, con contenidos eróticos y violentos, pero mágicos.

Pronto surgió de su pluma su novela “Farabeuf o la crónica de un instante”, por la cual recibió el Premio “Xavier Villaurrutia”, obra que anticipa el resto de los recursos novedosos que habrían de configurar su producción narrativa.

Elizondo economizó sus recursos en las letras lo que le permitió obtener una depurada sobriedad inicial y así remontarse a otras formas como el cine o la fotografía, en una escritura experimental llena de contrastes antitéticos de la paradoja.

Otras publicaciones del escritor fueron “Narda o el verano”, “El hipogeo secreto”, “El retrato de Zoe y otras mentiras”, “El grafógrafo”, “Camera Lúcida”, en general su producción impresa se conformó por diversos títulos variados y relevantes.

Además, se encuentran Poemas, o títulos como “Luchino Visconti”, “Cuaderno de escritura”, “Robinson”, “Contextos”, una antología personal del Fondo de Cultura Económica (FCE), así como “Teoría del infierno y otros ensayos”.

El autor mexicano dio a la imprenta una temprana reconstrucción autobiográfica de su infancia y juventud, que nombró “Salvador Elizondo” y dio una muestra antológica de la mejor poesía mexicana contemporánea bajo el epígrafe de “Museo poético”.

En 1990 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura. También fue miembro, a partir de 1976, de la Academia Mexicana de la Lengua y del Colegio Nacional. Contrajo nupcias con Michele Alban, con quien procreó dos hijas: Mariana y Pía.

Salvador Elizondo murió el 29 de marzo del 2006 y fue el segundo escritor mexicano después de Octavio Paz, en recibir un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes.

Elizondo es recordado como un poeta, narrador, ensayista y traductor mexicano más original de su generación por crear un estilo literario cosmopolita, al margen de las corrientes realistas y nacionalistas, con influencias de autores como Joyce o Ezra Pound.