Notimex.- Considerado como uno de los literatos realistas más importantes de su época, Gustave Flaubert es recordado por su estilo objetivo y estéticamente “perfecto”, que puede contemplarse en obras como “Madame Bovary”, cuya versión teatral será montada este viernes y sábado en el Gran Teatro de Córdoba, España.
El montaje, dirigido por Magüi Mira y producida por Jesús Cimarro, es la versión escénica de Emilio Hernández, y estará interpretada por la actriz de cine, televisión y teatro Ana Torrent, en el papel de Emma Bovary.
Juan Fernández hará el papel de Carlos Bovary; Armando del Río dará vida a Rodolfo y Fernando Ramallo encarnará a León, según una nota publicada por “El Día de Córdoba”.
Hijo de un médico, Flaubert nació en Ruán, Normandía, Francia, el 12 de diciembre de 1821 y desde muy pequeño mostró su interés por las letras al realizar íntegramente la redacción de una revista literaria llamada “Colibrí”.
Años después ingresó la carrera de Derecho en París aunque debido a problemas de salud, abandonó la escuela.
Durante su estancia en la capital francesa conoció a Maxime du Camp, con quien estableció una fuerte amistad que duró hasta la muerte de Flaubert. Ambos emprendieron un viaje a Turena, Bretaña y Normandía; y en 1849 partieron hacia Egipto, Asia Menor, Turquía, Grecia e Italia, travesía que apareció más tarde en “Salambó”.
Conoció a la poeta Louise Colet con quien mantuvo una relación sentimental breve que concluyó en 1856, aunque según la biografía publicada por el portal en internet de” www.biografiasyvidas.com”, su verdadero amor fue Elisa Schlésinger, quien nunca llegó a ser su amante, pero si lo inspiró para crear al personaje Marie Arnoux en “La educación sentimental”.
Un año después publicó su primera novela (y la más famosa), en la que la protagonista es una mujer infeliz con su matrimonio, que comenzó a tener fantasías románticas en las que refleja su frustración, infelicidad, odio y mediocridad.
Esta novela lleva el título de “Madame Bovary” (1856) y además de consagrarlo como escritor, le causó serios problemas gracias a las acusaciones de algunos “moralistas” de la época, quienes incluso lo llevaron a juicio por considerar que la novela fomentaba el adulterio. Por esas circunstancias decidió alejarse del tema y escribir “Salambó” en 1863, que narra una historia de amor entre una princesa y un bárbaro.
Para la conclusión de esta última novela, Flaubert realizó un viaje al norte de África, lo que demuestra que cada uno de los viajes que emprendió, se pueden ver reflejados en sus obras ya que por medio de ellos retrata la realidad. En sus obras no deseaba nada que no fuera real, por lo que en sus textos se limitaba a ser un narrador y no participar con opiniones propias.
Once años más tarde, luego de reescribirla tres veces, decidió publicar la novela “La tentación de San Antonio”, que está basada en la leyenda de todas aquellas tentaciones a las que se tuvo que enfrentar en el desierto este ícono de la religión cristiana.
Desarrolló un modelo literario que años después revolucionaría al género novelístico, ya que en sus ficciones se presenta como un narrador que permanece oculto en el texto pero tiene presencia a lo largo de toda la trama (narrador omnisciente), en la que todo se encuentra perfectamente controlado y nada ocurre por “casualidad”.
En 1869, publicó “La educación sentimental”, con la que rompió un poco con el trabajo que había venido realizando para plasmar su propia experiencia. En este libro describe a modo de crítica su experiencia como miembro de la “Generación de la Revolución” en 1848, así como sus esperanzas y decepciones.
Fue afectado por una enfermedad nerviosa, que lo llevó a pasar casi toda su vida de forma tranquila junto a su familia en Croisset, cerca de su ciudad natal, en donde era constantemente visitado por algunos escritores notables, según la información publicada en el sitio “www.epdlp.com”.
Para 1880, comenzó a escribir “Bouvard y Péchuchet”, en la que retoma la sátira como elemento principal (Al igual que en “Madame Bovary”), que concibe una idea ambivalente de la “Ilustración”, al plantearla desde la perspectiva negativa y contrastarla con su contraparte. Esta obra quedó inconclusa debido a que el 8 de mayo de ese año murió en su casa.
De manera póstuma se publicaron “Tres cuentos” (1877), que está compuesta por tres narraciones breves; “Correspondance” (1887-1893), una serie de cartas reunidas en cuatro volúmenes, y el “Diccionario de lugares comunes” (1913).
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