Notimex.- La obra del poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, a quien se recuerda mañana en el 116 aniversario de su natalicio, fue incluida en la “Antología general de la poesía mexicana”, recién publicada por Juan Domingo Argüelles.
Se trata de una compilación con lo mejor de la obra de un centenar de poetas, que abarca la lírica de la época prehispánica a la contemporánea, pasando por los periodos novohispano, neoclásico, académico, romántico y modernista.
El libro, publicado por Océano, revisa por primera vez de manera amplia y sin limitaciones ideológicas o políticas, la lírica nacional, vista a partir de un millar de poemas de autores como Nezahualcóyotl, Sor Juana Inés de la Cruz, Manuel Acuña, Salvador Díaz Mirón, Manuel José Othón o Amado Nervo.
Figuran además nombres como los de José Juan Tablada, Ramón López Velarde, Xavier Villaurrutia, José Gorostiza, Octavio Paz, Rosario Castellanos, Jaime Sabines y José Emilio Pacheco, sin olvidar a Carlos Pellicer.
Pellicer Cámara nació el 16 de enero de 1897 en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, cerca del río Grijalva, tierra de la que obtuvo su gran inspiración. Sus padres fueron el farmacéutico Carlos Pellicer y su madre Delfina Cámara, mujer de gran amor al prójimo.
De acuerdo con la biografía publicada por la página del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE), Carlos se inició en la lectura gracias a su madre. Estudió en la escuela primaria “Daría González” y la poesía comenzó a formar parte de su vida desde muy pequeño.
En 1909, Villahermosa sufría de diversos problemas políticos. Su padre tuvo que enlistarse en el ejército, por lo que él y su madre se fueron a vivir a Campeche donde vendía dulces y en esas condiciones fue como empezó a redactar sus primeros sonetos.
Más tarde, Carlos se trasladó a la capital tras ser becado en el Instituto Científico de San Francisco Borja. Posteriormente, estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y a los 17 años ya contaba con una producción literaria que iba en aumento.
Colaboró en revistas como “El estudiante”, “Gladios”, “San-Ev-ank” y representó a la juventud estudiosa de México en Venezuela, asimismo, fundó la Federación de Estudiantes Colombianos en Bogotá.
El sitio especializado “biografiasyvidas.com” señala que Pellicer trabajó como profesor de Literatura y de Historia en escuelas secundarias. Además, fue un excelente periodista y un fino y agudo crítico literario, así como promotor cultural, museógrafo e impulsor de las artes plásticas.
En su faceta política, ejerció la diplomacia como secretario de José Vasconcelos, senador de la República, fundador del grupo Solidario del Movimiento Obrero, junto con José Clemente Orozco, Diego Rivera y Vicente Lombardo.
Dirigió Bellas Artes y perteneció al círculo de creadores aunque no se inclinó por una poesía metafísica, centrada en la conciencia, más bien, se centró en la exuberancia del paisaje natural, por eso no se le consideró como un racionalista, sino un canto que celebra al mundo.
Su obra describe las voces, alientos, colores y sensaciones, con la cual dejó un testimonio a través de su estilo innovador y radiante, entre sus libros sobresalen “Colores en el mar y otros poemas”, “La lírica amorosa de “Hora de junio” y “Práctica de vuelo”.
En 1953 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y, en 1964, fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura. En 1977, acondicionó la casa de Frida Kahlo en museo y donó una colección de piezas arqueológicas al recinto museográfico que hoy lleva su nombre.
Carlos Pellicer Cámara murió a la edad de 80 años en la Ciudad de México el 16 de febrero de 1977, sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres. Su obra literaria e investigación arqueológica han sido una importante aportación a la humanidad.
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