Notimex.- La armonía del universo y la afirmación vital del hombre que lo contempla y celebra hasta en sus aspectos más vulgares es el principio esencial del poeta Jorge Guillén, a quien mañana se recuerda a 120 años de su nacimiento, ocurrido el 18 de enero de 1893.
Según la breve biografía que de él publica el sitio especializado “Biografiayvidas”, se trata de un autor cuya lírica ofrece una visión positiva del mundo y un paradigma de la denominada “poesía pura”.
En su poesía, explica, desaparece totalmente la ornamentación modernista para quedar únicamente la palabra depurada y ceñida al contenido con la máxima precisión.
De acuerdo con el portal español de las Bibliotecas Virtuales Cervantes, Jorge Guillén, quien formó parte de la denominada Generación del 27, vio la primera luz en Valladolid, España.
Realizó estudios de Filosofía y Letras en Madrid y Granada, obteniendo su licenciatura en 1913. En 1924 se doctoró y un año después obtuvo la Cátedra de Literatura española en la Universidad de Murcia, pasando a la de Sevilla tres años después.
Tras la Guerra Civil española, se exilió en Estados Unidos, donde comenzó a impartir clases de Literatura y Letras, hasta el final de su carrera.
Destaca su participación con las principales revistas intelectuales españolas de la época, tales como “España”, “La Pluma”, “Índice” y “Revista de Occidente”. Entre otras actividades también tradujo a Paul Valéry y a Jules Supervielle.
La poesía de Guillén se editó por primera vez en 1919 y hasta 1928 en la “Revista de Occidente”.
“Cántico” es un poema que destacó entre sus publicaciones, el cual es considerado como el libro cumbre de su generación.
El documento consultado señala que en una segunda etapa de su vida, en la que se reflejan diversos conflictos políticos, publicó las tres partes de “Clamor”, tituladas “Maremagnum” (1957), “Que van a dar en la mar” (1960) y “A la altura de las circunstancias” (1963).
Entre los temas recurrentes en su obra destacan la nostalgia del pasado, el paso del tiempo y la reflexión sobre la vejez.
Más adelante, con “Homenaje” (1967) volvió al enfoque de su primera etapa, supuso un retorno al enfoque de “Cántico” y recupera su impulso primordial de comunicación. Sus últimas obras son “Y otros poemas” (1973) y “Final” (1982), que según dijo el propio autor, aclaraba o introducía variantes a sus creaciones anteriores.
En 1976 recibió el máximo galardón de las letras hispánicas, el Premio Miguel de Cervantes. Murió en Málaga el 6 de febrero de 1984.
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