Se cumple una década sin las percusiones de “Mongo” Santamaría

Written by Redacción. Posted in Minuto a Minuto, Sociales

Published on enero 31, 2013 with No Comments

Notimex.-  Un clásico de la música jazz en Estados Unidos fue el cubano Ramón Santamaría, quien falleció el 1 de febrero del 2003 y mañana será recordado a una década de su muerte, por manejar con maestría la conga y, en general, por haber sido un gran percusionista.
Ramón Santamaría, mejor identificado como “Mongo Santamaría”, nació en el popular barrio de Jesús María, en La Habana, Cuba, el 7 de abril de 1917. Fue hijo de Ramón Santamaría Giménez, un albañil y sargento de la política local. Su madre, doña Felicia Rodríguez, vendía café y cigarros.

Su abuelo paterno nació en el Congo, África, y llegó a Cuba como esclavo a finales del siglo XIX y murió cuando “Mongo” era pequeño, pero fue él quien siempre lo llamaba “Mongo”, que en lengua senegalés significa: “Jefe de la Tribu”, destaca el sitio “herencialatina.com”.

Por otro lado, su abuela era cocinera de la religión santera, donde “Mongo” se introdujo en el tambor, además asistía a eventos seculares y religiosos de la santería, así conoció las lenguas Lucumí y Yoruba.

Uno de sus tíos, José Rodríguez “Macho” tocaba maracas en el grupo sonero “Jiguaní”, a los que “Mongo” se unió con el violín, aunque antes de entrar al colegio eligió las percusiones, de hecho formó parte de “La lira infantil”, y después de “La lira juvenil”.

Además, su primo Luis Santamaría, cantante y corista de ceremonias religiosas de los lucumíes también logró influir en sus gustos musicales.

Cuentan que en su juventud trabajó como cartero de día y se dedicaba a la percusión por las noches, pues el pago que le ofrecían muchos músicos era irrisorio.

De acuerdo con su biografía publicada en “ecured.cu”, Mongo siempre se mantuvo dentro de un ambiente musical rodeado por rumberos de renombre, en una época en la que el son estaba en su pleno auge. Conoció a Chano Pozo, “el tambor de Cuba”.

“Mongo” debutó como bongosero en el cabaret habanero de Eden Concert, con un grupo dirigido por Alfredo Boloña. Más tarde, se integró al sexteto de Alfredo León, donde había integrantes veteranos soneros y grabó con los Lecuona Cuban Boys y con Antonio Machín.

También actuó en varias películas, como en “Cuba” con Juan Galbizo. Años más tarde viajó a la Ciudad de México, alrededor de los años 40, con el grupo de baile de Lilón y Pablito. Apareció en “México Mongo”, con sus tumbadoras en la película “Cuando el alba llegue” (1948).

La música lo llevó a viajar a New York, sin embargo, tras un incidente por un arranque de celos Pablito mató de un tiro a Lilón y luego se suicidó por lo que la compañía de baile se desbandó. “Mongo” permaneció en Estados Unidos en 1949, pero al final regresó a Cuba.

En su país, trabajó para la orquesta de Peruchín Jústiz en La Habana, donde coincidió con el trompetista Chocolate Armenteros. Para 1950, volvió a Nueva York en calidad de residente permanente y obtuvo trabajo en Johnny Seguí y sus Dandys del 42.

En la Orquesta de los Dandys Mongo tocó los bongoces y actuó en el Club Caborrojeño, El Palladium, el Broadway Casino, Grand Plaza, Tropicana, etc. Posteriormente, “Mongo” ingresó a la orquesta de Tito Puente en 1951, con los que grabó música del culto religioso afrocubano.

Asimismo, “Mongo” colaboró con Dizzy Gillespie en LP “Afro” para 1954 bajo el sello Conga. A la salida de Tito Puentes, “Mongo” y su amigo Willie Bobo se unieron al grupo del vibrafonista Cal Tjader en 1958 y hacia 1959 grabó su segundo disco para Fantasy, con su célebre “Afro Blue”.

“Afro Blue” se convirtió en un estándar del jazz, y fue interpretado por el pianista McCoy Tyner, el vocalista Oscar Brown, Jr. y se transformó en una canción típica del repertorio del saxofonista tenor John Coltrane. “Mongo” viajó a La Habana con Willie Bobo en 1960 y grabó dos discos más.

Su tema “Watermelon Man” (1962) fue el primer éxito que estuvo seis semanas en los 10 números más escuchados en Estados Unidos. En 1977, “Mongo” grabó con la “Fania All Stars” y un año después ganó el Grammy Latino con su disco “Amanecer”.

Durante el Festival de Montreux, en 1980, colaboró por primera vez en una grabación histórica con Dizzy Gillespie, con quien viajó a La Habana. Poco a poco, “Mongo” Santamaría extendió los ritmos cubanos al ambiente musical de Estados Unidos.

El sonido del tambor de “Mongo” abarcó desde el típico sonido cubano del son tradicional, hasta una variedad de ritmos como el boogaloo, guajiras boogaloo, rock, soul, pop, salsa, música religiosa de la tradición afrocubana, pachangas, charangas, fusiones de pachangas, twist, etcétera.

Ramón “Mongo” Santamaría poseyó un timbre más oscuro en sus congas y dejó atrás el “beat” para crear un notable “swing” en su estilo de percusión afrocubana, su obra influyó a sus contemporáneos y a intérpretes como Ray Barretto, Giovanni Hidalgo, Poncho Sánchez y Patato Valdés.

“Mongo” Santamaría falleció la madrugada del 1 de febrero de 2003 en su residencia de Miami, Florida, víctima de un paro cardíaco, a la edad de 86 años.

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