Dedican concertistas de Bellas Artes gala a María Teresa Rodríguez

Notimex.- Con música romántica del siglo XIX , clásica europea y baladas del siglo XX, los concertistas de Bellas Artes dedicaron anoche su función de gala a la pianista mexicana María Teresa Rodríguez, en su 90 aniversario.
El recital en la Sala Principal del Palacio de Mármol contó con la participación de los pianistas Edison Quintana, Carlos Salmerón y Mauricio Náder, quienes acompañaron a la soprano Zulyamir Lopezríos y la mezzosoprano Encarnación Vázquez, cantantes que celebraron a una de las mejores pianistas del estado de Hidalgo: María Teresa Rodríguez.

Ante una buena entrada, el repertorio estuvo conformado por obras de compositores de la talla de Sergei Rachmaninov, Felipe Villanueva, Ernesto Lecuona, Liszt/Verdi, Richard Wagner, Ricardo Castro, Ernesto Nazareth, Manuel De Falla y Miguel Del Águila.

La velada la inició el dueto integrado por la soprano Zulyamir Lopezríos y el pianista Carlos Salmerón, quienes ofrecieron los conciertos “La esposa del soldado”, Op. 8 Núm 4; “Tan justa como la luna”, Op.

14 Núm. 9; “Niño, eres como una flor”, Op. 8 Núm. 2, y “No soy profeta”, Op. 21 Núm. 11, de Sergei Rachmaninov (1873-1943).

Además de lucir una imagen fresca y renovada al portar un hermoso vestido en color verde turquesa, tipo “sari”, y traer el cabello corto, la cantante hizo gala de su suave timbre vocal, con el que atrapó la atención de la concurrencia.

Enseguida apareció en el escenario el pianista Edison Quintana para dar paso a “Minueto” del compositor mexicano Felipe Villanueva (1862-1893), “Rapsodia negra” del cubano Ernesto Lecuona (1896-1963), “Polichinelle”, de Rachmaninov, y “Paráfrasis de concierto sobre Rigoletto”, de Franz Liszt (1811-1886).

Apenas concluían los aplausos para el pianista y de inmediato como si se tratara de un “hechizo” sus manos se lanzaron de inmediato hacia el piano, para deleitar con su virtuosismo musical.

El músico se convirtió en uno de los más aplaudidos y ovacionados la velada, pues su “excelente” capacidad de memoria para interpretar tres distintas obras la valieron una fuerte ovación.

La segunda mitad estuvo dedica a la música de Richard Wagner, y a cargo de la mezzosoprano Encarnación Vázquez, quien interpretó “Im Triebhaus” y “Träume” (dos bocetos o canciones de la ópera Tristán e Isolda), “Der Engel”, “Schmerzen” y “Stehe Still”, acompañada al piano por Carlos Salmerón.

Al igual que Lopezríos, la mezzosoprano dejó en claro por qué han pisado las salas de concierto más importantes del orbe, pues con su voz, encantó a los presentes.

La gala concluyó con la participación del pianista Mauricio Náder, quien con un excelente manejo de su instrumento, sedujo hasta al más exigente entre los presentes.

Durante su participación, interpretó “Vals Capricho”, Op. 1 de Ricardo Castro (1864-1907); “Dos danzas”, de Ernesto Nazareth (1863-1934); la “Danza ritual del fuego” (El amor brujo), de Manuel de Falla, y “Vals brutal”, Op. 48, de Miguel del Águila, con las que cerró la velada musical.