Notimex.- La preservación, enseñanza y transmisión de la Lengua de Señas Mexicana (LSM), es de vital importancia porque da identidad y cohesiona a la comunidad sorda del país, sostiene la doctora en lingüística, Miroslava Cruz-Aldrete, con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna.
Es indudable que la conservación de las lenguas nativas de México, orales y de señas nos enriquece como sociedad, dijo en entrevista en ocasión de la celebración del Día, proclamado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En principio, dijo, habría que destacar que si bien la LSM es la utilizada por la gran mayoría de sordos que habitan en México, coexiste con otra similar, que es la Lengua de Señas Maya (LSMy).
A esto se suma que desde hace varias décadas la comunidad ha luchado por el pleno reconocimiento de las lenguas de señas como Lengua Materna de las personas sordas.
“Es en el siglo pasado cuando los aportes de distintas disciplinas, entre ellas la lingüística, pusieron en el centro de la discusión el hecho de que las lenguas de señas son lenguas naturales, con una gramática tan compleja como la de cualquier lengua oral”, explica Cruz-Aldrete.
No se trata de señas que aparecen de forma azarosa, sin reglas que subyazcan en su organización, sino que permiten al sordo construir y estar en el mundo, favorecen su desarrollo integral como ocurre con cualquier hablante de una lengua oral.
Para la lingüista, el hecho de que la mayoría de los sordos provenga de familias oyentes, así como los mitos y prejuicios sobre las lenguas de señas que sigue difundiendo un sector de la población ha provocado que no se reconozca que la lengua de señas es lengua materna, al ser la primera del sordo.
Aunado a ello, abunda, se tiene la creencia que adquirir la LSM imposibilita aprender una lengua más, como el Español. Algo totalmente absurdo, pero, que sigue desafortunadamente sigue observándose.
Miroslava, también licenciada en Educación Especial en Audición y Lenguaje, alerta porque “seguimos imponiendo al sordo un modelo rehabilitatorio-asistencial, persiste en el imaginario de la mayoría de la población que el sordo debe oír y hablar. No entendemos que el sordo es miembro de una comunidad lingüística minoritaria”.
En cuanto a si el gobierno, las autoridades de Educación, los padres y las familias de los niños que nacen sordos entienden la importancia de que la LSM sea la primera que éstos aprendan, plantea:
“Si hiciéramos un breve recorrido histórico sobre la educación del sordo reconoceríamos que el foco de atención ha sido el aprendizaje de la lengua oral”, situación que “ha traído como consecuencia que el estatus de la lengua de señas se haya mantenido durante mucho tiempo por debajo de la lengua oral dominante”.
En consecuencia, que se considere a las señas como herramienta de enseñanza cuyo empleo permitirá la adquisición de la lengua de mayor prestigio.
A eso se suma que “no se ha discutido con profundidad la importancia de la adquisición de la LSM como primera lengua para los niños sordos y la implicación de esto en su desarrollo integral. No se ha delineado una política lingüística y educativa para la comunidad sorda en la cual se considere la importancia de la adquisición de la LSM como lengua materna”.
En su opinión, en la educación “un modelo bilingüe bicultural para el sordo debe propiciar el respeto por ambas lenguas, LSM-Español, y por ambas culturas, sorda y oyente”.
“Se requiere por tanto de maestros sordos que funjan como modelos lingüísticos de la LSM, y maestros oyentes que sean competentes en la enseñanza del español como segunda lengua, principalmente, en su forma escrita”, urgió la investigadora y docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Así, refrenda la importancia de la educación bilingüe LS-Español para la real inclusión de los sordos en la sociedad: “hoy en día hablamos del respeto a la diversidad y de inclusión en todos los ámbitos de la vida”.
Abundó que “una sociedad mayoritariamente oyente, con el Español como lengua dominante, requiere que se impulse un modelo bilingüe intercultural, donde aprendamos sordos y oyentes, la LSM, el Español y, sobre todo, como sociedad, demos la bienvenida a los ambientes multilingües y multiculturales que sin duda nos enriquecen. Sólo así lograremos ser una sociedad más justa”.
Para la celebración este 21 de febrero de 2013, del Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado por la UNESCO en 1999, el lema fue “Las lenguas maternas y los libros, comprendidos los manuales escolares y las publicaciones en formato digital”. En México, es posible encontrar textos didácticos de LSM.
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