Protagonizan Wagner y Gluck inicio de temporada 2013 de la OCBA

Notimex.-  La Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) inició anoche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes el programa inaugural de su Temporada de Conciertos 2013 con obras del compositor romántico alemán Richard Wagner (1813-1883) y del músico austriaco Christoph Willibald von Gluck (1714-1787).
Celebración del bicentenario del nacimiento del autor de imprescindibles obras escénicas como “Tristan e Isolda”, “La valquiria”, “Parsifal” o “El anillo del Nibelungo”, el polémico Richard Wagner.

Presentación de “Wesendonck lieder” (El ángel, Guarda silencio, En el invernadero, Sufrimientos, Ensueños) e “Idilio de Sigfrido”, de Wagner, complementadas con “Orfeo y Eurídice. Danza de las Furias” y “Sinfonía en Sol Mayor”, de Gluck.

Comenzó la gala con “Orfeo y Eurídice”, una de las composiciones más conocidas de quien fue en su época un importante renovador de la ópera, autor de la celebrada “Alceste”. La OCBA asume esta obra con corrección y tino loable.

El español José Luis Castillo desborda ímpetu en la conducción de una pieza de brillante fluidez que se sitúa dentro de los preámbulos del clasicismo o “Estilo Galante”, característico de las modalidades orquestales de Gluck.

Continuó el concierto con las “Canciones de Wesendonck” que la joven mezzosoprano mexicana Cassandra Zoe Velasco moduló con acierto desde inflexiones precisas y convincente tesitura.

Pasajes técnicamente muy difíciles en el lieder “En el invernadero”, que Velasco supo sortear con vibrantes y sutiles inflexiones. Los sugestivos motivos melódicos de “Sufrimientos” y “Ensueños” fueron ejecutados por la OCBA con absoluta fidelidad al espíritu wagneriano.

Intermedio. Una joven comentó la delicada perfección de las canciones de Wagner. “Sí, tiene razón”, le respondió el amigo que la acompañaba.

El compañero de la joven concluyo sonriente: “Lo más interesante, lo cual pone de manifiesto los escrúpulos del compositor alemán, es que son coplas sobre poemas que escribiera su amante secreta, Mathilde Wesendonck, esposa del banquero que lo ayudaba económicamente durante su exilio en Suiza”.

Segunda parte de la función: “Sinfonía en Sol Mayor” (Allegro, Andante, Allegro), de Gluck, e “Idilio de Sigfrido”, de Wagner.

Sinfonía que irrumpe con Allegro protagonizado por violas, violonchelos y violines en galante motivo melódico que da paso a un Andante de sugerente procesión orquestal para rematar con Allegro de bríos pomposos. Breve sinfonía hilvanada desde atractiva prosodia instrumental.

Concluyó el convite con una de las piezas más conocida del autor de “Tannhäuser”: “Idilio de Sigfrido”.

Regalo de Wagner a su esposa Cosima (hija de Franz Liszt), madre del hijo de ambos, Sigfrido. Melodía en ramblas románticas de resplandores indiscutibles. La OCBA la ejecutó con justa proporción instrumental.

Reconocimiento a los fagotes, flautas, clarinetes, violas y violines. Apertura encomiable de una OCBA de presencia categórica.