Notimex.- El líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó hoy que las unidades de cohetes sean alistadas para un posible ataque a las bases militares estadunidenses ubicadas en Corea del Sur y el Pacífico, que podría ocurrir en cualquier momento.
A medida que las tensiones militares se han elevado en la Península Coreana, el líder del régimen norcoreano indicó que “ha llegado el momento de rendir cuentas con los imperialistas americanos”, reportó la agencia estatal KCNA.
Kim convocó este viernes a una reunión de urgencia del Comando Supremo del Ejército Popular de Corea del Norte, en donde giró las instrucciones para tener preparados los llamados cohetes estratégicos.
En caso de ordenar que proceda el ataque, los misiles puedan alcanzar territorio continental estadunidense en el Pacífico, como las islas de Hawái y Guam, y las bases en Corea del Sur, según la agencia norcoreana KCNA.
Kim afirmó que su país “no va a quedarse mirando los preparativos para una agresión de Estados Unidos y hará todo lo necesario para proteger la soberanía del país”.
La decisión se produjo un día después de que el bombardero B-2, con capacidad nuclear, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos llevara a cabo su primer ejercicio de tiro en la Península Coreana en un fuerte mensaje de advertencia a Corea del Norte.
La misión pretende demostrar la capacidad de Estados Unidos “de llevar a cabo ataques de larga distancia y precisión con rapidez” y el compromiso de “defender a Corea del Sur” y extender el efecto disuasorio en la región Asia Pacífico”, según un comunicado del ejército estadunidense.
De acuerdo con un reporte de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, se ha registrado un aumento de actividad en las bases de misiles norcoreanas.
La agencia surcoreana Yonhap indicó que en el territorio de Corea del Norte se ha detectado movimiento activo de vehículos y de tropas en las bases, donde hay instalados misiles de medio y largo alcance. “Hay probabilidad de que realicen un verdadero ataque”.
Según expertos de Seúl, Corea del Norte ha puesto en alerta alrededor de mil misiles balísticos, 700 de ellos son cohetes Scud de la era soviética y unos 300 misiles Rodong que pueden alcanzar Corea del Sur y la mayor parte de Japón.
La tensión en la península coreana aumentó tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de nuevas sanciones contra Pyongyang en respuesta a su tercera prueba nuclear.
La situación se agudizó aún más después de que se conociera que Corea del Sur y Estados Unidos utilizan bombarderos B-52 y submarinos nucleares en las maniobras militares conjuntas que realizan en la región, que el régimen comunista calificó de “provocación imperdonable”.
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