Notimex.- El destacado cantante de ópera Philip Langridge, a quien se recuerda mañana que se cumplen tres años de su muerte, es considerado uno de los más célebres tenores de su generación, quien impregnó de un estilo brillante y penetrante a sus interpretaciones, lo que valió presentarse en importantes escenarios de Europa, América y Japón.
Poco se sabe de los primeros años de vida del tenor británico, quien vino al mundo el 16 de diciembre de 1939, en Hawkhurst, Kent, Inglaterra y estudió en la Royal Academy of Music de Londres, donde fue instruido por compositora Celia Bizony (1904-1987) y el barítono Bruce Boyce (1910-1996).
De acuerdo con la biografía del tenor publicada en el portal “allmusic.com”, tras su exitoso debut en el Festival de Ópera de Glyndebourne, estuvo a cargo de los papeles principales de las óperas “Don Giovanni” de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y “Fidelio” de Ludwig van Beethoven (1770-1827), entre otros.
Langridge, en 1985, debutó en el Metropolitan como Ferrando en “La escuela de los amantes” de Mozart y tiempo después encarnó a Aron en el lanzamiento del disco “Decca de la ópera” el cual bajo la dirección del húngaro Georg Solti (1912-1997) ganó un premio Grammy.
Con frecuencia el tenor británico encarnó al protagonista de las óperas de Ígor Stravinski (1882-1971); “Progreso del libertino” y “Edipo Rey”, en esta última destaca la producción realizada por el director de orquesta japonés Seiji Ozawa (1935), que fue considerada la mejor ópera de 1994.
Con el tiempo, Langridge fue especialmente apreciado como intérprete de obras del británico Benjamin Britten (1913-1976), por lo que fue el protagonista de “Britten ópera”, “Otra vuelta de tuerca” y de “Muerte en Venecia”.
El talento del tenor fue reconocido con diversos galardones, entre ellos el Premio Gramophone por War Requiem y un Premio Classic CD, además estrenó varias obras de compositores contemporáneos británicos, tales como Harrison Birtwistle (1934) y Keith Tippett (1947).
A lo largo de su carrera, el destacado tenor también interpretó óperas barrocas y románticas, entre ellas “Nerone”, del compositor italiano Claudio Monteverdi (1567-1643), y del ruso Modest Petróvich Músorgski (1839-1881), entre otros.
Asimismo, compartió el escenario con diversas figuras como Steuart Bedford (1939), Johnson Graham (1950), Pollini Maurizio (1942), András Schiff (1953) y más recientemente con David Owen Norris (1953), señala la biografía de Langridge publicada en el portal en Internet “bach-cantatas.com”.
Sus últimas actuaciones en el escenario fueron en el Metropolitan Opera de Nueva York, en diciembre de 2009 y enero de 2010, donde volvió a interpretar el papel de la bruja en la producción de Richard Jones para “Hänsel und Gret”.
Tras padecer cáncer, Philip Langridge murió el 5 de marzo de 2010, dejando a su esposa la mezzosoprano Ann Murray y a sus hijos Jonathan y Stephen, este último quien es director de orquesta.
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