Por: Carlos Antonio Muñoz Salas.
La incógnita crece, los días pasan y la historia nos dirá posiblemente la respuesta, mientras los priistas se lucen teniendo al candidato Enrique Agüera Ibáñez y el PAN teniendo al opaco, “Tony” Galy Fayad, a lo lejos se oye el renacer de un pueblo que rechaza tanto a priistas como a “yunquistas” (a pesar de ser una coalición “unida”), ese pueblo que hace algunos meses dio la sorpresa en las elecciones federales 2012. Son la mezcla partidista, son ciudadanos que quieren una mejor Puebla, que piden a gritos que se dejen de transformaciones y de creencias, ellos quieren el cambio, ese sector abierto a la crítica se llama la “Izquierda” poblana.
Puebla, fue cómplice de lo vivido en julio del año pasado cuando cientos de miles de ciudadanos se hicieron presentes en las casillas, si nada más decirles que 288, 788 votos izquierdistas fueron efectuados en el pasado proceso electoral, una cifra que representa a un 40% de los poblanos. Asimismo, el PRI y el PAN obtuvieron solamente el 26. 52% y 30.34%, respectivamente. Sin lugar a dudas, los ciudadanos de “izquierda” se hicieron sentir y demostraron que la pasión mueve montañas y el fanatismo por AMLO también, evidentemente, hoy más que nunca.
Por otro lado, tras conocer la alianza del PRI con el “Verde” y el Partido Pacto Social, las cosas se ponen de a pesito y es que la contienda del 7 de julio será clave para definir la silla presidencial, una silla que paso desapercibida a lo largo de 3 años con “Lalo” Rivera, un “yunquista” sin DO ni RE pero con la misión de que algún día se le cumpla ser gobernador poblano. Pero que pasa, si en las orillas de la entidad poblana, se encuentra una población olvidada, que crítica a los denominados “marinistas”, esos que impusieron a “Pepe” Chedraui como parte del clan tricolor y que, por cierto, buscan a como dé lugar su división en compañía de la “Dogermanía”.
En consecuencia, encontramos una daga en la estrategia priista, un candidato que tiene los pantalones para decir que es un candidato ciudadano y que, durante muchos meses, su consejo político universitario lo ayudo a colocarse en la mira del grupo opuesto al “Bloque” y ahora tiene la oportunidad de ser parte de las filas priistas después de la novela “Quiero, pero no me dejes”. En fin, este 7 de julio usted más que nunca decidirá el futuro de Puebla, que por cierto se observa muy cambiada después de la actuación teatrera del “gober precioso” y que ahora gracias al esfuerzo dosmildiesiochoentero del señor Moreno Valle la ha colocado dentro de las cinco ciudades más importantes del país… Si usted es priista, si es panista, si es perredista, si es morenista, morenovallista o yunquista…observé cómo se cuecen las piezas del poder y quién baila con quien y porque recordar es volver a vivir, se las dejo en la imaginaria.
“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones” W. Churchill.
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