Ventana hacía la legendaria historia del país

Prensa Latina.- Visitar el Museo Nacional de Antropología (MNA) de México, uno de los recintos museográficos más importantes del mundo, es encontrarse ante las culturas que florecieron en su territorio desde hace milenios.

El MNA atrae cada año a unos dos millones de visitantes nacionales y extranjeros, muchos de ellos jóvenes. Este es uno de los sitios con mayor afluencia de público del país.

Gloria Pineda, quien estaba acompañada por su novio, procedentes de la ciudad de Toluca, comentó que allí tienen la oportunidad de conocer más sobre la historia precolombina y de ver testimonios sobre esos temas aprendidos en la escuela.

La instalación cuenta con 24 salas de exhibición, de las cuales 23 son permanentes y una está destinada a exposiciones temporales, que en ocasiones presenta componentes de otros famosos museos del mundo.

Posee, además, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

Como parte de su programación, también se llevan a cabo conferencias, visitas guiadas, talleres y otras actividades didácticas.

Aunque la cifra de piezas en exhibición fluctúa, estas suman alrededor de 17 mil.

Los temas en que se encuentran divididas las salas de antropología y de arqueología son: Introducción a la antropología, Poblamiento de América, Preclásico en el Altiplano Central, y Teotihuacán.

Asimismo, Los Toltecas y su época, Los Mexica y Las Culturas de Oaxaca, de la Costa del Golfo Maya, del Occidente y del Norte.

Entre sus muestras más significativas están la Piedra del Sol, las monumentales esculturas teotihuacanas dedicadas a dioses, el tesoro de la tumba del rey Pakal, y una gran efigie tolteca proveniente de Tollan-Xicocotitlan, la antigua capital de esa civilización.

Igualmente, el Monolito de Tláloc, que se encuentra a la entrada de la edificación, la Piedra del Sol o calendario Azteca, y la cabeza colosal Olmeca.

Otras de las obras particularmente interesantes son las maquetas del gran Tenochtitlán y de su Templo Mayor, la estatua de la diosa azteca Coatlicue y la reproducción de la Tumba 104 de Monte Alban.

También se destacan la Monita de obsidiana (una vasija con la forma de una mona embarazada), las Máscaras del Dios Murciélago y de Pakal (un gobernante maya), y el Pectoral de oro (un símbolo de guerra).

EL JUEGO DE PELOTA

De igual manera, atrae especialmente al visitante la réplica de un estadio del juego prehispánico de pelota.

Este juego, llamado Pok Ta Pok o Ulama, fue un ritual cuya práctica se extendió a lo largo de la historia prehispánica.

Además del patrimonio ancestral, se presentan objetos exponentes de la diversidad cultural de los pueblos indígenas que viven actualmente en México.

Las piezas de este espacio dan muestra de la diversidad de estas comunidades, como sus cocinas, textiles, adornos, bailes, músicas y creencias religiosas, entre otros contenidos.

En la exhibición se presentan asimismo numerosas manifestaciones de las comunidades originarias de Mesoamérica.

Esa región, además de la mitad meridional de México, comprende a Guatemala, El Salvador y Belice, así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

Mesoamérica constituyó un universo cultural en el cual sus habitantes ancestrales crearon relaciones que permitieron desarrollar una cultura común, aunque cada zona presenta sus particularidades, según su geografía, su lengua y su desarrollo histórico propios.

EXPOSICIONES TEMPORALES

En las exposiciones temporales que aquí se han presentado se incluyen: Moana: culturas de las islas del Pacífico; Pompeya, una villa romana; Teotihuacán: ciudad de los dioses; y Zares: maravillas de la Rusia Imperial.

También se exhibieron, entre otras, Isis y la Serpiente Emplumada; Persia; España Medieval; y Faraón: el culto al Sol en el antiguo Egipto; Esculturas del arte romano y griego; Arte de la India; y Piedras del Cielo: civilizaciones del jade.

El actual edificio del MNA es considerado como una joya de la arquitectura mexicana del pasado siglo.

Este fue construido entre 1963 y 1964 en el Bosque de Chapultepec por instrucción del entonces presidente Adolfo López Mateos, quien lo inauguró el 17 de septiembre de 1964.

FRECUENTES DESCUBRIMIENTOS

La antiquísima historia mexicana posibilita que su riqueza arqueológica, una de las más grandes del mundo, se enriquezca constantemente con importantes descubrimientos.

Una mayoría de esos hallazgos son resultados de investigaciones que llevan a cabo los especialistas, pero otros son casuales, realizados por pobladores locales.

Esas reliquias históricas revelan el desarrollo de las numerosas culturas que poblaron el territorio de la actual nación. Estas fueron, entre otras, las olmeca, teotihuacana, tolteca, zapoteca, maya, azteca, mixteca y chichimeca.

Ellas están presentes en los vestigios de sus ciudades, pirámides, palacios, templos, estatuas, ornamentos, herramientas, cerámicas, ofrendas y tumbas, entre otros patrimonios.

Esos múltiples legados sobreviven hoy al paso de los siglos en el centenar de museos presentes en México, especialmente en este Nacional de Antropología, una ventana a miles de años de fecunda historia.