Lisa Owen: Escribir, me rejuvenece

Notimex.- Consciente de que todos en algún momento de nuestras vidas vivimos afligidos, derivados de una falta cometida conscientemente aunque sin intención de perjudicar, la actriz mexicana de teatro, cine y televisión Lisa Owen (1966) escribió “No habrá quien nos guie”, su primera novela.

Entrevistada a propósito de este trabajo, Owen, quien ha participado en trabajos que le han dado renombre, como por ejemplo la película “El segundo aire”, afirmó que escribir la rejuvenece y le permite mayor libertad y control sobre su vida, “ser más yo”, señaló.

“Escribir te permite una libertad absoluta, pues puedes entrar en los pensamientos de los personajes, es infinita la literatura mucho más que el guión cinematográfico. Me siento más libre, pues mi experiencia con los guiones ha sido difícil, toda vez que es complejo alcanzar un tono intimista en el cine, pues por lo general se requiere de acción externa”, señaló.

Owen, una de las protagonistas de la versión teatral de “Todo sobre mi madre”, escribe desde hace 20 años bajo la mirada de Vicente Leñero, en el taller ?Sólo los jueves?, donde se ha enfocado al género del guión cinematográfico, destacó que el haber publicado esta novela le ha transformado la vida, “pues ahora me doy permiso para darme el tiempo para escribir”.

En “No habrá quien nos guie”, Owen hace una reflexión en torno a la culpa, la fidelidad y la muerte, a través de la historia de tres personajes que encuentran un punto de quiebre en sus vidas y no saben cómo asumir las consecuencias: un hombre que lleva el peso de las muertes provocadas por la explosión de una gasera, un padre que no puede evitar la muerte de su hijo y un hombre solitario que está en fase terminal.

“Escribir ha sido una actividad paralela a la actuación. Esta novela surge como de la imagen de una anécdota en carretera en donde se lleva el cadáver de un hombre.

“La obra termina siendo una historia de tres hombres y su relación con la muerte; el primero escapa después de la explosión, vive atormentado por la culpa, por sentir que ha matado a alguien; el segundo está enclavado en un duelo del que no puede separarse, de su hijo muerto, y el último se enfrenta a la muerte, es un viejo que va morir”, señaló.

Explicó que la novela surge a raíz de la imagen de esa carretera, “y también, quería explorar no una trama lineal, sino el que nuestras vidas cambian siempre por variables que llegan y que a la vez no son importantes pero al final, terminan por cambiar el rumbo de las cosas”.

Sostuvo que la obra tiene un tono intimista, pues los sucesos no son acciones muy fuertes, sino que lo más fuerte es la explosión.

“Y es esto lo que deseaba explorar, que es lo que sucede dentro de una persona cuando se siente culpable y no enfrenta su culpa, cómo se enfrenta esa culpa violenta o destructiva, qué efectos tiene en la vida de las demás”, comentó.

Subrayó que la novela es una alusión a San Juanico, pero no lo es, pues no me interesaba explorar la vida de un hombre que cargara con la culpa gigantesca, sino que deseaba saber cómo es que vive alguien atormentado”.

“Siempre lo que nos atormenta en la vida son como una especie de fantasmas que en realidad no existen pero que vivimos tan enclavados en nuestros propios dilemas que son capaces de destruir nuestra vida”, concluyó.