Notimex.- El país requiere urgentemente de un plan de desarrollo industrial que considere como motor del crecimiento económico a la industria manufacturera y de fomento a la agricultura, para lograr un crecimiento económico sostenido sustentado en la industria, agricultura y en los mercados internos, planteó la legisladora Dolores Padierna Luna.
Asimismo, mencionó que, según cifras de INEGI del primer trimestre de 2013, en nuestro país existen más de 10 millones de personas que perciben ingresos por debajo de dos salarios mínimos y 2.5 millones de mexicanos se encuentran sin empleo; 28.1 millones de personas se encuentran laborando en la informalidad y 4 millones de trabajadores no reciben ingresos por el trabajo que desempeñan.
En estas condiciones, advirtió, es muy difícil lograr en el corto plazo ampliar el crédito y fomentar el ahorro en las zonas rurales y semiurbanas alejadas del país.
“Se debe reconocer que no necesariamente por tener más dinero e insumos, una persona que tenga un pequeño negocio va a vender más, ya que su demanda no necesariamente crece con el crédito”, indicó la vicecoordinadora del grupo parlamentario del PRD en el Senado de la República.
Sin demanda para sus productos o garantía de ventas, alertó, las financieras pueden sobreendeudar a la gente y colocarla en una trampa de pobreza.
Ante ello, consideró la posibilidad de bancarizar al sector popular logrando una mayor penetración, ofreciendo una gama de servicios y productos (multiproductos) acorde a las necesidades de los pobladores, como servicios de pago de remesas, seguros, vivienda, ahorros y sobre todo crédito productivo.
Con el fin de reducir los costos de estas sociedades financieras, propuso, que se adopten nuevas formas de acercarse a los potenciales usuarios de los servicios financieros, como las sucursales móviles o corresponsalías, para lograr, por un lado, generar economías de escala y, por otra, mayor penetración en sectores hasta ahora no atendidos.
“En las zonas alejadas del país, donde no existe una sucursal bancaria, se presenta un tipo de exclusión económica a los potenciales usuarios de servicios financieros, ya que los montos mínimos exigidos para apertura de las cuentas y para evitar el cobro de comisiones por manejo de cuenta quedan fuera del alcance de la mayor parte de los habitantes”, expuso.
Por lo tanto, dijo, hay que tomar en cuenta esta situación para no obstaculizar la inclusión financiera de los potenciales usuarios de servicios financieros.
La integrante de la Comisión de Hacienda, se pronunció a favor de fomentar y fortalecer la práctica de otorgar créditos solidarios, consistente en que un grupo de personas se reúne para solicitar a las sociedades financieras el crédito y se apoyan para pagar.
En su mayoría, agregó, pueden ser otorgados a mujeres, comerciantes informales o microempresarios.
Consideró que debe detenerse la proliferación de fuentes informales de financiamiento a las personas, que no les solicitan requisitos para poder acceder al crédito, y otorgan préstamos a plazos cortos (2 a 6 meses) y a tasas de interés altas (15 y 20% mensual).
Estos créditos, precisó, generalmente son para consumo o para alguna urgencia, ya sea propia de su actividad económica o familiar. Además de ser créditos usureros, la proliferación de este tipo de préstamos, va en detrimento del crédito a las actividades productivas.
“Todas las sociedades financieras del sector de ahorro y crédito popular deben comprometerse a alcanzar metas de crecimiento del ahorro y del crédito. Aquellas que no cumplan con las metas comprometidas se les debe aplicar fuertes sanciones”, finalizó.
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