Notimex.- Cancún. El abasto de mercancías, que en la zona turística del corredor Cancún-Tulum, representa un mercado potencial de mil 500 millones de dólares, se encuentra en una etapa de definición, pues está por concretarse un Centro de Distribución de Insumos y Productos.
El delegado de la Secretaría de Economía (SE), Luis García Silva, explicó que se trata de un proyecto que tiene más de 10 años detenido por diferentes cuestiones, pero que ahora tiene muchas posibilidades de concretarse.
Sobre todo, añadió, por los planes del gobierno federal de consolidar la zona como un punto de abasto, no sólo para México sino para el resto del Caribe.
Asimismo, recordó que hace 10 años estaba por crearse la segunda pista del aeropuerto internacional de Cancún, así como la construcción del puente fronterizo en el sur, instalaciones que hoy ya son una realidad, por lo que únicamente falta atender los temas portuarios y aeroportuario en el sur de la entidad.
Sostuvo que el tren transpeninsular jugará un papel importante para desarrollar el centro de distribución, así como el muelle de Calica, que se suma a otros proyectos muy importantes para Quintana Roo.
Entre ellos, continuó el funcionario federal, la modernización del aeropuerto de Chetumal, que permitirá tener infraestructura aeroportuaria de primer nivel en el norte y sur del estado.
“Hoy esos proyectos son una realidad, Quintana Roo por su infraestructura hotelera, más de 80 mil cuartos y ubicación en el Caribe, debe ser atractivo para los inversionistas”, puntualizó.
Ante este panorama, dijo que la SE tiene acercamientos con agrupaciones empresariales, a fin de contribuir y sumar esfuerzos para que las micro, pequeñas y medianas empresas, así como los proyectos productivos de las empresas turísticas que se encuentran en la región, tengan acceso a créditos bancarios.
Estos, abundó, en condiciones preferenciales, incentivando la productividad, el desarrollo comercial y mayor competitividad a través de capacitación, certificaciones y adquisición de tecnologías de punta.
“El objetivo principal es el impulso al emprendedurismo que se ha convertido en una parte importante del México actual, generando una gran cantidad de empleos directos y una derrama económica aplicada”, afirmó.
García Silva subrayó que la proveeduría turística es un mercado grande con enorme potencial, pues las casi 80 mil habitaciones que operan entre Cancún y la Riviera Maya siempre requieren de alimentos, bebidas, blancos, cristalería y productos de limpieza.
“Al mercado turístico lo abastecen empresas extranjeras y nacionales, pero una proporción pequeña, que es menos del uno por ciento, las locales, y por eso es importante buscar el encadenamiento de estas compañías hacia este tipo de demanda de productos”.
Ello, porque les permitirá tener un mercado mucho más amplio que el que puedan cubrir en este momento dirigido únicamente a la población local, apuntó.
Admitió que desde hace 10 años se han acercado a las micro, pequeñas y medianas empresas para que establezcan vínculos comerciales con el sector hotelero, sin que se tengan resultados concretos.
De igual forma, comentó que las pequeñas empresas deben estar conscientes de que necesitan cumplir con una serie de requisitos como son: calidad, marca, información del producto, registro, esquemas de venta y financiamiento para proveer a la industria turística.
En ese sentido, el funcionario federal indicó que el gobierno federal asignará 45 millones de pesos para apoyar con recursos y programas de capacitación a unas 60 pequeñas y medianas empresas, que podrían recibir desde 300 mil pesos hasta 1.5 millones de pesos.
Por su parte, el dirigente de la Unión de Productores y Comerciantes de Abasto de Cancún, Rubicel de la Fuente Izquierdo, señaló que los planes por desarrollar la industria suenan muy atractivos.
Consideró que las autoridades deben poner mucha atención al tema de la “tramitología” a la hora de buscar rutas de comercialización o programas para incentivar al campo quintanarroense.
Reconoció que debido a que el suelo de la región tiene poca vocación agrícola, buena parte de los productos son introducidos desde otros estados, como Yucatán, Campeche, Chiapas y Veracruz.
Aceptó que desde hace unos años y sobre todo en los últimos meses, se han logrado importantes producciones de cítricos y una variedad de chiles, así como de papaya maradol, entre otros.
A su vez, el director de la Central de Abastos de Cancún, Jorge Fernández, sostuvo que, al igual que en el resto del país, el reto es garantizar un abasto oportuno y económico de alimentos.
Sin embargo, explicó que impiden lograrlo las trabas fiscales, la inseguridad y las complicaciones para poder respaldar a los pequeños productores.
Dijo que ante los planes del gobierno para desarrollar el sector, es preciso también pensar y tener presente la modernización del sector abasto y la necesidad de un nuevo marco fiscal para proteger al campesino.
Aspectos, apuntó, que les preocupa a los empresarios, debido a que son esenciales para promover el desarrollo de un marco de buenas prácticas comerciales.
De acuerdo con información proporcionada por el empresario, en la Central de Abastos operan 10 bodegas, que a diario captan entre 300 y 350 toneladas de diversos productos.
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