Por: Carlos Muñoz.
Pasan gobiernos, pasan administraciones, pasan los años y el estado de Guerrero cada vez se hunde con más frecuencia en ámbitos como educación, salud, agua potable y ahora seguridad, un tema muy delicado que tocar en la mente de los ciudadanos y ciudadanas. Cabe destacar que, de acuerdo al Inegi, Chihuahua y Guerrero son los estados más golpeados en toda la república mexicana por la tasa de homicidios y, sobre todo, crimen organizado.
El cobro de las rentas de piso, los permisos extras que paga el sector transportista al crimen organizado y los asaltos en barrios populares han dañado el puerto de Acapulco y a municipios como Técpan de Galeana, Chilpancingo, Iguala de Independencia, entre otros. Cabe mencionar que ni el gobierno del gobernador Ángel Aguirre ni el de Luis Waltón como presidente han podido evitar la caída de estos grupos delictivos que se presume son de origen norteño, especialmente, sinaloense. Aunado a esta problemática se une el tema de la salud y agua potable que han dejado mucho de que hablar ya que más de 45% de las colonias y barrios porteños no cuentan con estos servicios además de la escasa mano de obra existente.
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