Notimex.- Bajo las notas de su música se han enamorado miles de parejas, han llorado por un amor, celebrado un triunfo o despedido a un ser querido, y ha acompañado festejos en otros países al grito de “¡Viva México!”, sin duda el Mariachi 2000 de Cutberto Pérez ha sido cómplice de esos momentos.
A más de tres décadas de existencia, el Mariachi 2000 continúa como un referente en la música tradicional mexicana, pues ha trascendido para que las nuevas generaciones conozcan su trabajo, al grado de que esa expresión es considerada Patrimonio de la Humanidad.
Referirse a esta agrupación es hablar de una tradición de varias décadas, encabezada por Cutberto Pérez, nacido en Ojinaga, Chihuahua, en 1946, y que años más tarde lo llevaron por el camino de la música mexicana.
El Mariachi 2000 surgió del sueño de Cutberto Pérez, quien inició en 1980 este grupo, que desde entonces no ha dejado de escucharse ni siquiera el día que tuvo que decir adiós a su fundador, fallecido en 2002.
“Cutberto fue músico de la Plaza de Garibaldi, siempre con el sueño de dirigir su propio grupo, y así nació bajo el nombre del Mariachi 2000, donde la influencia del jazz se vio reflejada en sus arreglos e interpretaciones”, recordó Juan Carlos Navarro, guitarrista y representante.
Consolidarlo no fue una tarea fácil, sin embargo, la perseverancia y el amor por la música tradicional mexicana, lo llevaron a sobresalir de entre otras agrupaciones del corte.
“La idea era llevar música a todas partes del mundo”, dijo el filarmónico, quien tiene 25 años de pertenecer a la agrupación, donde recuerda con cariño al impulsor del mariachi, quien siempre tuvo las palabras adecuadas para mantener la unidad.
Sus interpretaciones lo hicieron sobresalir gracias al sonido especial y característico de su trompeta, es por esto; que al cumplirse el primer mes de haberse fundado el Mariachi 2000, fue invitado a trabajar en un reconocido centro nocturno de la Zona Rosa, al lado de afamados artistas.
Ahí comenzó a reconocerse la calidad interpretativa, para posteriormente ser llamado a la televisión mexicana como elenco del programa “Alegrías de mediodía”, el cual sirvió como plataforma para ingresar como artistas exclusivos del grupo Televisa.
Su participación en emisiones como “Siempre en Domingo” llevaron al Mariachi 2000 a viajar por el país y el mundo, con lo que comenzó a cumplir el sueño, que años después lo conducieron a ser embajador y ferviente defensor de este género.
Al mismo tiempo, formaba parte del elenco del Ballet Folclórico de México, que dirigía Amalia Hernández, con quien se realizaron giras internacionales. “Ella lo quería mucho e hicieron una gran mancuerna de trabajo”, explicó Aída Polanco, la viuda de Cutberto.
Ésta última, es quien pese al tiempo narra la lucha de su esposo por mantener viva esta tradición, “Cutberto siempre fue un hombre que se preparaba, se actualizaba y desde siempre tuvo inclinación por el género, por lo que tomaba cursos en el extranjero para especializarse”.
“Cutberto fue un hombre apasionado por lo que hacía; así que tocaba en delegaciones, fiestas donde lo solicitaran y fue así como poco a poco pisó recintos más importantes como el Palacio de Bellas Artes”.
“Con Amalia Hernández estuvimos 19 años y después fue tanta la demanda que hubo en México del mariachi, que ya no pudo seguir con la compañía”, explicó Polanco, quien también fue su compañera en esta aventura de llevar el folclor a otras partes del mundo.
España, Italia, Rusia, Grecia, Alemania, Holanda, Francia, Londres, Australia, Estados Unidos y centro y sudamérica fueron algunos de los puntos en los que ha tocado el Mariachi 2000.
“Él disfruto mucho su trabajo, dejó un gran legado, además de haberse dado el lujo de trabajar con grandes personalidades como Lucero, Julio Iglesias, Joaquín Sabina, Lucha Villa, Miguel Aceves Mejía, Pepe Aguilar, Pedro Fernández, Luis Miguel, Plácido Domingo, Vicente y Alejandro Fernández, entre muchos otros”.
Además de hacer participaciones en películas y telenovelas como “Fuego en la sangre” y “Destilando amor”, así como algunos LP con su música.
El reconocido mariachi ha fungido como embajador de la música, a través de la cual ha logrado transmitir el sentimiento de una nación durante encuentros con el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, los Reyes de España, así como ex presidentes mexicanos.
Sin embargo, una de las máximas satisfacciones ha sido el haber cantado y convivido con su santidad Juan Pablo II durante sus visitas a México.
Empero, esta agrupación también ha vivido sus momentos de crisis y una de ellas, fue cuando Jesús Gama en 1997 es despedido y con él se van otros músicos, “teníamos una presentación en el Auditorio pero salió avante, porque encontró rápidamente con quienes conformar la nueva alineación”.
Tiempo después Gama fundó el Mariachi Gama Mil, cuyos integrantes eran alumnos de Cutberto Pérez.
Pese a la muerte del músico, la agrupación integrada por 12 elementos ha logrado continuar con el legado, y convertirse en dignos embajadores de la cultura mexicana.
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