Notimex.- Con un espectáculo que combinó música secular antigua y ritmos contemporáneos, con una vistosa indumentaria, la agrupación alemana Corvus Corax enloqueció anoche el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.
La agrupación, cuyo nombre deriva del latín de “cuervo común”, regresó a México tras dos años de ausencia para ofrecer una extraordinaria dosis de música noemedieval, con la que provocó el furor de más de mil personas en el recinto de la calle Donceles, en el Centro Histórico de esta capital.
Con gaitas como instrumento principal, el grupo integrado por cuatro gaiteros y tres percusionistas ofreció temas de su más reciente material discográfico titulado “Sverker”, con el que “prendieron” los ánimos de los fans mexicanos.
Previo a su presentación, el grupo mexicano Baraka abrió la velada al ofrecer música de Medio Oriente; trasladando a los presentes por las melodías de países como Egipto, Marruecos, Arabia Saudita, Turquía, Afganistán y Argelia.
Tras ofrecer cerca de cinco temas, tocó el turno a los alemanes quienes luego de un receso de 20 minutos, aparecieron con el sonido de un corno que guió a cuatro sombras que se perdían entre una densa capa de humo (hielo seco).
Enseguida los tambores retumbaron por todo el recinto y aparecieron los cuatro gaiteros portando máscaras y ataviados al estilo gótico, cautivando a público en su mayoría conformado por adolescentes y adultos.
“Somos los reyes de los juglares, Corvus Corax”, dijo el vocalista de la agrupación y segundos después, las gaitas sonaron para deleitar con música vikinga, celta y medieval, comenzando de esta manera la fiesta y haciendo gala de su virtuosismo, el cual dejó perplejo a propios y extraños.
Como unos auténticos guerreros, así se les vio a los integrantes de esta banda Europea formada en 1989, quienes por espacio de dos horas, hicieron vibrar el recinto de la calle de Donceles con música en lengua danesa, con temas dedicados a Drácula, a las mujeres mexicanas y hasta a ellos mismos: Corvus Corax.
Desde sus asientos, jóvenes se contagiaron del entusiasmo y la energía de esta agrupación alemana, que entre pieza y pieza fueron ovacionados, coreados y adorados.
Luego de poco más de 30 minutos, las gaitas se hicieron escuchar de forma uniforme y potente, tanto que encantó a los presentes, quienes dejaron sus asientos y se lanzaron hasta el escenario, poniendo nerviosos al equipo de seguridad del recinto.
Sin embargo, Corvus Corax supo “domar” y tener bajo el control a sus eufóricos fans, con tan sólo hacer sonar sus gaitas y percusiones. Entre sus fieles, no faltó aquel que entre sus ropas sacó la bandera de Alemania, en un buen gesto hacia la agrupación.
Entre gritos, coros y muchas gaitas, fue como Castus Rabensang, Wim, Norri Drescher, Hatz, PanPeter, Vit Oolák y Steve The, conquistaron a fans mexicanos no sólo con su música, sino con su look, el cual se caracterizó por ropas inusuales, con diferentes decoraciones antiguas y tatuajes.
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