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3 de Octubre, Rojo amanecer

“Dejen de estar de revoltosos… con el gobierno no se juega”

Hoy 3 de Octubre, parece adecuado hacer un balance si realmente el 2 de Octubre no se olvida. No sé si sea cierto, no me queda claro. El día de ayer, hace unas horas, pude enterarme por diversos medios (tele, radio, prensa y hasta redes) que no… pero sí, al menos puedo apreciar que se ha perdido la esencia del movimiento de hace 45 años.

Lo que hoy me atañe y quiero compartir es la fecha en cuestión, y lo que vino después de ésta, después del alba, después de años. Para ello abordaré la película icono de este tema: “Rojo amanecer”, de 1989, dirigida por Jorge Fons, y trataré de darle lectura a algunos aspectos sobresalientes desde mi perspectiva.

Resulta maravilloso y aterrador como la cinta logra captar, a partir de un juego de imágenes, diálogos y sonidos, lo acontecido en la plaza, lugar que nunca apreciamos. Por medio de un buen manejo de la crónica nos enteramos de lo que nunca vemos, y gracias a las actuaciones de gente consolidada como María Rojo y Héctor Bonilla, y al talento de los jóvenes Bichir, vivimos en carne propia el horror de la incertidumbre y el desasosiego de la máxima represión.

Entre los personajes vemos a figuras como el abuelo, con un pensamiento forjado en la institucionalización de la revolución. A los padres, quienes son más ‘conscientes’ del entorno y han sido amalgamados al sistema. A los hermanos pequeños con su aire de ingenuidad. Y claro, a los jóvenes idealistas, rebeldes y contestatarios. Todos ellos conformando una familia, el núcleo de la sociedad, siendo retrato de ella; de un país donde convergen pensamientos e ideas análogas, complementarias y opuestas.

Gracias a los diálogos, bien logrados, entre estos miembros, podemos tener un preámbulo de lo que acontecía, ya que hacen mención de anteriores marchas y mítines, y nos dejan ver como se ha ido formando la bola de nieve al avanzar los meses.

Es de agradecer, de igual manera, como mediante breves fragmentos, se hace también alusión a cuestiones como el comunismo internacional, la tergiversación de la información por parte de los medios, el México pantalla de los juegos olímpicos y el discurso del movimiento en torno al pliego petitorio.

Una de las escenas claves es el dialogo entre ‘compañeros’ que llegan a refugiarse al departamento de la familia protagónica. “¿Por qué hicieron eso los soldados? Porque les dieron órdenes” “El movimiento sigue. El Pueblo no va a dejarnos solos, no puede dejarnos solos”. “A esta hora ya lo sabe todo el país”. Palabras fáciles de aplicar en nuestros días, bajo diversos acontecimientos.

Otra de las preguntas que toca la cinta es: ¿Quién mando a hacer esto? Y hasta el día de hoy aparecen dos grandes culpables, Echeverría y Díaz Ordaz, quien  en su informe presidencial del 1° de Septiembre de 1969 menciona: “Asumo íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política, histórica, por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del pasado”. Siendo aplaudido por un sequito de lacayos en el congreso, dejando ver que el gobierno era (es) capaz de todo con tal de conservar el ‘Status Quo’.

Haciendo un paréntesis cabe mencionar que en Puebla, de donde fue originario y gobernador Gustavo, parece que este hecho se tiene en el olvido, ya que a pesar de ceremonias protocolarías realizadas por el gobierno, veo tristemente que aún un centro escolar lleva el nombre de este vil personaje. ¡Que hipócritas!

Pero entonces, ¿se olvida o no? ¿Un homenaje simbólico a los caídos es la vía correcta para verdaderamente valorar los hechos? ¿Lo es una protesta que raya en lo retrograda? ¿Acaso una publicación en “facebook” o “twitter”? o ¿Una exposición de fotografía? ¿Una cinta?… ¿Lo es una columna? No lo sé.

Volviendo a la cinta y para cerrar, al final de ella, podemos ver, personificado en uno de los pequeños, a un México que camina entre sus muertos, un México asustado, temeroso, plañidero, forjado en sangre. Un México con un futuro incierto, lleno de traumas. Acaso al final  ¿las víboras se tragaron al águila?

Omar Villaseñor Zayas
@omarVzayas
@LaVoluta