Huamantla posee una tradición centenaria de títeres

Foto: Omar Sánchez Chávez

Por: Omar Sánchez Chávez

Huamantla.  Los títeres siempre son personajes graciosos, que se asocian con héroes, con la misma religión, tradición y política, de ciertos lugares que nos muestran el lado gracioso y crítico de una sociedad. Estos muñecos que cobran vida, nos transmiten alegría, inocencia, creatividad, ocurrencias y nos sueltan un sinfín de carcajadas que nos hacen sentirnos vivos e inspirados.

Este arte lleno de magia, tiene tradición en el pueblo mexicano, en la época prehispánica ya se realizaban marionetas de barro cocido, que unían sus articulaciones con un material que les daba cierta movilidad y dan una apariencia de un títere.

En nuestro país, han existido familias dedicadas a la fabricación y espectáculo del arte titiritesco, como los hermanos Roseto Aranda, quienes en 1835 crean, en Huamantla, el grupo “Compañía Nacional de Autómatas de los hermanos Roseto Aranda”, quienes mediante los títeres retoman la tradición de representar simbólicamente, con personajes de madera, barro, tela o papel, un extenso campo que abarca cuentos, leyendas e historias del pueblo mexicano, que se han transmitido de generación en generación. Con esto dio paso a que en Huamantla se fundara, el 9 de agosto de 1991, el Museo Nacional de Títeres.

Foto: Omar Sánchez Chávez

A parte de este recinto, que se encuentra en el centro, se realiza anualmente durante el mes de Julio el “Festival Internacional del Títere en Huamantla”, con espectáculos titiriteros de diferentes países y de diferentes estados de México.

Los huamantlecos, con esto demuestran el lado humano, cómico y artístico, mediante la muestra de sus marionetas locales. Además este pueblo mágico,  ha recibido donaciones de este material por parte de universidades y otros países.