Por: Antonio Zamora
De cara al anuncio del remozamiento del Estadio Cuauhtémoc para el año 2014, el presidente del Club Rotario Puebla Reforma, Armando Ortiz Martínez, se pronunció por el rescate del mural dedicado al último Emperador Azteca en ese inmueble, que desarrolló en 1968 el muralista, escultor y arquitecto, Jesús Corro Ferrer.
En rueda de prensa, Ortiz Martínez propuso el rescate de la pieza artística, pero también la edición de un libro que rescate el legado del muralista y escultor, quien cuenta con una obra de más de 300 conjuntos escultóricos, monumentos, fuentes, murales y obras.
Actualmente, el mural está tapiado por la ampliación del inmueble, por el Mundial de Futbol de 1986. La obra corresponde a un mural con mosaico bizantino de 86.4 metros cuadrados inaugurado en los XIX Juegos Olímpicos de Octubre de 1968.
El mural que incluye la efigie del Emperador Cuauhtémoc -el último de los monarcas aztecas, de quien se retomó su nombre para el estadio-, muestra también a dos jugadores de futbol, uno con la playera verde de la Selección Mexicana y el otro con La Franja del Puebla, entre otros detalles.
No obstante, el mural quedó confinado por las ampliaciones del estadio en 1985 para otro mundial de futbol, sin que instancia alguna haya reaccionado a las solicitudes de rescate de esa obra emblemática de Puebla, como la Fuente de la China Poblana, el Monumento a Ignacio Zaragoza, el dedicado al Beato San Sebastián de Aparicio o la fuente a Juan de Palafox y Mendoza, también hecho por Corro Ferrer.
El muralista y escultor se reunió con miembros del Club Rotario Puebla Reforma, quienes se pronunciaron por el rescate de su obra, como un homenaje al arquitecto que en su prolífica vida ha hecho lo mismo dos docenas de bustos de Benito Juárez, que obras vinculadas con José María Morelos y Pavón, el cadete Vicente Suárez o la heroína Carmen Serdán.
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