Notimex.- Tuxtla Gutiérrez. La meditación permite lograr los cambios en la vida, dejar atrás los pensamientos negativos, principal problema del ser humano, con el fin de lograr la paz del mundo y la unidad, afirmó el maestro budista Kelsang Palkyong.
Vestido con tradicional monje tibetano, con una túnica de color mostaza y guinda, el cabello completamente rapado, el maestro trasmite una energía de paz interior, al referir que es difícil de describir, pero se percibe y es lo que debemos cultivar.
Señaló que todo esto es el objetivo del budismo en Chiapas, que se inició a partir de 1994, y que se espera cobrar mayor presencia.
En flor de loto inicia sus enseñanzas, cuenta con altares, coloca ofrendas a Buda, muestra bondad y generosidad, insiste que ese es el reto del mundo, de la sociedad, de las familias y de todos, porque sólo así será posible superar problemas.
Expuso que en el país solamente existe un reducido grupo de personas que profesan el budismo, son un aproximado 38 monjes budistas, y son más mujeres quienes han tomado esta ordenanza que los hombres.
El maestro afirmó que meditar es un estado profundo, un interiorizarse en uno mismo, es ponerse a prueba, conocerse mejor, aclara que la mente no se puede poner en blanco, es un relajamiento y un transmitirse paz.
Se trata, refirió, de conectar con un estado agradable que permita introducir al individuo en un estado de virtuosidad, de capacidades, de intelecto, eso es lo que hay que cultivar, desarrollar y fomentar entre los demás.
Consideró que para un mejor resultado, los grupos de meditación, de reflexión, deben ser de diez personas, la meditación tiene que ser diaria, los sábados existen programas para quienes desean profundizar en el budismo como un estilo de vida.
A su vez, indicó que se trata de una religión propia en la que leen textos de Buda, en particular medita por la paz en el mundo, por la unidad, la solución de los problemas sociales, la tranquilidad y la fraternidad.
Relató que el budismo está presente en Chiapas desde 1994, cuando un grupo de personas pidió al Centro Kadampa en Inglaterra las bases de esta forma de vida, que nació en 1970 impulsado por monjes tibetanos.
El primer centro budista en Chiapas fue creado en San Cristóbal de las Casas, hace seis años se creó uno más en Tuxtla Gutiérrez, en el que Kelsang Palkyong es encargado, donde dice que ha encontrado en el budismo la única forma para poder llegar a la virtud.
Kelsang Palkyong, de 39 años de edad, aseguró que el budismo induce a un camino que va más allá de la vida, que perdura en la tranquilidad, en una espiritual permanente, energía perenne y paz interior.
“Aunque rechaza consumo de alimento animal, alcohol, sustancia toxicas, renunciar a lo material, adquirir la virtuosidad y deseo de un nuevo estilo de vida”, añadió.
Al principio para su familia fue difícil que Kelsang Palkyong dejará su identidad además de la poca tradición que existe históricamente sobre el Budismo en México a diferencia de otros países, aun así reconoce que su madre lo apoyo para esta transformación.
“Se trata de obtener paz, hay que meditar todos los días, incluso por tan sólo cinco minutos, ayudará a reflexionar los problemas, enfrentarlos, resolverlos, rechazar lo negativo, por ello, nos interesa mantener nuestros centros de enseñanza”, expresó.
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