La historia de la Rosca de Reyes

Foto: Antonio Zamora

Por: Antonio Zamora

El segundo momento más esperado de un 6 de enero, después de abrir los regalos, es partir la Rosca de Reyes. En la mayoría de hogares poblanos y de todo el país es tradicional que se junte la familia para degustar de este pan en forma de óvalo que a todos gusta, pero pocos conocen su origen.

Partir la Rosca de Reyes es una costumbre cristiana que los fieles, y los que no lo son tanto, adoptaron. La forma de rosca, según sus creencias, representa el amor infinito de dios, es decir, que no tiene ni inicio ni final.

Relatan que después del nacimiento de Jesús, Herodes tuvo temor de que, con la llegada del “rey que todos esperaban”, fuera a perder su poder, por lo que ordenó matar a todos los niños menores de dos años.

La considerada “Familia Sagrada” tuvo que huir a Egipto para resguardarse de la matanza y evitar que encontraran a Jesús. Aquí otra relación con la Rosca, pues los niños escondidos en el pan es la representación de esta huida.

Asimismo, el Roscón de Reyes, como es conocido en otros países, es adornado con frutos característicos del desierto, paisaje tradicional de Egipto, como el higo, dátiles y nuez. Finalmente, el que encuentra el muñequito, al partir el pan, deberá ser el padrino del “Niño Jesús” el 2 de febrero, Día de la Candelaria, y hacer una cena, pero con tamales y chocolate.

Por otro lado, la Rosca tiene otro origen, el alejado de la religión y relacionado a las antiguas fiestas romanas. Con el solsticio de invierno, los días más largos del año se aproximaban, por lo que el pueblo romano elaboraba estas tortas para celebrar.

Repartían rebanadas a todos, desde plebeyos e incluso esclavos. Si bien la preparación era casi idéntica a la de origen cristiano, la variación estaba, en que, en lugar de una figurilla o un muñequito dentro, llevaba un haba seca y quien llegaba a sacarlo en su pedazo era nombrado ‘Rey de Reyes’.

Sea cual sea el origen en el que cada quien quiera creer, la tradición de partir la Rosca de Reyes, el 6 de enero, al lado de regalos, debe permanecer, pues al final se convierte en un pretexto más para reunirse con amigos y familia.