Luiselli retrata la condición humana en “La historia de mis dientes”

Notimex.- En “La historia de mis dientes”, de Valeria Luiselli, que llegó a las librerías del país el pasado 6 de enero, el protagonista, primero, se presenta: “Soy el mejor cantador de subastas del mundo. Pero nadie lo sabe porque soy un hombre comedido”.

El hombre se llama Gustavo Sánchez Sánchez, pero le dicen, él cree que de cariño, “Carretera”. Además de saber imitar a Janis Joplin, de poder parar un huevo de gallina en una mesa y de saber contar hasta ocho en japonés, el personaje es un cantador de subastas profesional.

En su fulgurante trayectoria como cantador de subastas, “Carretera” aparece como inventor del revolucionario “Método de las alegóricas”, en el cual no se subastaban objetos, sino las historias que les daban valor y significado. Lo cierto es que él no siempre fue este “showman” eminente.

Antes de convertirse en subastador fue durante muchos años vigilante en una fábrica de jugos, hasta que el ataque de pánico de una compañera laboral cambió su vida de manera irremediable. En el tránsito de su destino debe enfrentar varios asuntos.

Entre ellos, la ira de un hijo al que ha abandonado, sortear una subasta para ayudar a un cura a salvar su iglesia y realizar, a manera de gran performance final, la subasta alegórica conocida como “La historia de mis Gustavos personales”, lo que encierra el nudo de esta historia.

“La historia de mis dientes”, segunda novela de Valeria Luiselli, quien vive en Nueva York, revela una interesante dimensión en su escritura y confirma su capacidad para generar atmósferas llenas de enigmas y de sutiles guiños en los que cada gesto está cargado de sentido.

Con una destreza que combina el dominio del lenguaje con una estructura atrevida y desfachatada, la autora retrata, a veces con humor, otras con ternura y unas más de manera despiadada, eso que los especialistas llaman con frecuencia “condición humana”.

Lo anterior, al hacer confluir en sus personajes el peso de la historia personal con ese motor cotidiano que es el anhelo, característica que posee esta escritora a quien también se deben el libro de ensayos “Papeles falsos” y la novela “Los ingrávidos”, publicada en 2011.

Ambos volúmenes, que han sido traducidos a varios idiomas y aclamados alrededor del mundo, le han granjeado orgullo a la autora, lo mismo que haber colaborado en publicaciones como The New York Times, Granta, McSweeney?s y Letras Libres. Actualmente es libretista del New York City Ballet.