Hay un lugar disponible en la delantera del cuadro “verde”; ¿quién será el indicado?

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Por: Carlos Muñoz.

La incógnita sigue todavía en el aire, saber que Raúl Jiménez, Oribe Peralta y Javier Hernández tienen un pie y medio en Brasil 2014, ahora la duda recae en quien será el cuarto delantero para llegar a disputar el próximo mundial de fútbol. Las opciones son evidentes, Alan Pulido, Aldo de Nigris o Giovani Dos Santos. El hecho de jugar en Europa no representa una ventaja considerable actualmente para Miguel Herrera, por lo que estos tres elementos tendrán que batallar en grande por un lugar, la desventaja es para el número “9” del Villarreal de España, por la razón de que ya no será convocado al no haber fecha FIFA.

La temporada de Alán Pulido con los Tigres ha sido aceptable, de lo poco rescatable en los “felinos”. Hasta el momento, Pulido tiene 17 goles con selecciones menores y la mayor, además hace algunos meses anotó un triplete que le dio a México la victoria sobre Corea del Sur en partido amistoso. Un joven de 22 años que promete un futuro con grandes aspiraciones a jugar en el viejo continente.

Aldo de Nigris o “ADN”, un futbolista que ha tenido múltiples participaciones con la “verde” pero que simplemente las ha desaprovechado, estadísticamente. El actual delantero de “Chivas” sólo tiene dos goles en la liga local y en ocasiones las lesiones lo han alejado de la espectacularidad. El ex artillero de Tigres no pasa por su mejor momento y vive de lo hecho en su ex equipo, el Monterrey.

Por último, Giovani Dos Santos, una joya que aparecía casualmente en momentos importantes, pero que en 2013 tuvo un año desastroso con la “selección mayor” al mando de José Manuel de la Torre, Luis Fernando Tena y Víctor Manuel Vucetich. El elemento del “submarino amarillo” quiere un lugar en la próxima competencia mundialista a lado de un equipo mexicano bien equilibrado. “Gio” sigue viviendo del mundial de Perú categoría sub-17, el problema es que la afición mexicana quiere que viva el presente, que aporte la creatividad desde media cancha hacia el frente, que escape de los dimes y diretes que lo envuelven.