Gabo: un patrimonio ético y gran cultivador de amistades

Notimex.- El Nobel Gabriel García Márquez, quien falleció la víspera en México, fue un patrimonio ético, literario y cultural de la humanidad, fue un maestro para enseñar a cultivar las amistades, aseguró la escritora colombiana Olga Behar.

“La mejor enseñanza que recibí de García Márquez fue motivarme a cultivar las amistades. Él era el mejor amigo del mundo. En alguna ocasión le preguntaron: ‘Usted por qué escribe’ y él dijo: ‘Para que me lean mis amigos’. Yo aprendí eso de Gabo”, dijo Behar en entrevista con Notimex.

Las vivencias y enseñanzas de Behar con el Nobel de Literatura 1982 en Ciudad de México están contenidas en su último libro titulado “A bordo de mí misma”, en el capítulo México lindo y querido.

Behar, quien se exilió en México a finales de la década de 1980, cuando estaba en auge en Colombia la guerra sucia por parte de organismos de seguridad del Estado y el narco-paramilitarismo, contra opositores, defensores de los derechos humanos y periodistas, cultivó desde entonces una amistad con Gabo.

La autora de libros como “Noches de humo”, “El clan de los doce apóstoles”, “El caso Klein. El origen del paramilitarismo en Colombia”, sostuvo que cuando llegó a México, Gabo se convirtió en su amigo, en su maestro y fue él quien la introdujo en el mundo de la tecnología.

“Yo cuento cómo García Márquez me prohibió escribir el libro (Noches de Humo) en mi máquina eléctrica y me enseñó a utilizar la computadora. Me puso a manipular uno de sus cuentos que después resultó ser uno de los ‘12 cuentos peregrinos’”, contó Behar.

De Gabo “también aprendí a escribir para los amigos. Por fortuna tengo una gran cantidad de lectores que siguen mi obra. Aprendí el manejo impecable del lenguaje, a cultivar y disfrutar nuestra lengua española”, recordó la escritora ganadora del Premio Nacional de Periodismo en 2012 en la categoría Obra Bibliográfica de un Periodista.

De la mano de Gabo, la escritora Behar se internó en el mundo de la literatura de autor y reforzó sus tesis de no creer en la objetividad y la neutralidad del periodismo.

Para la autora de la obra “A bordo de mí misma”, otra de las enseñanzas del premio Nobel fue la ética, porque para ella, García Márquez “es patrimonio de la ética, del compromiso con nuestros pueblos, a nivel latinoamericano, disparado hacia el mundo”.

“Yo creo en la ética y nuestros lectores tienen el derecho de saber cómo pensamos y cuál es nuestra orientación”, subrayó Behar, quien no olvida como el Premio Nobel la recibió al llegar a Ciudad de México huyéndole a la muerte.

Recordó que cuando llegó “al exilio en México, y a pesar que los mexicanos me recibieron con los brazos abiertos, fue Gabo el que me permitió sentirme en casa (…) casi que me adoptó porque vio de pronto a una persona perseguida por los militares colombianos”.

El autor de “Cien Años de Soledad” fue para Behar su “gran fuente de inspiración”.