PIBOTE FUTBOLERO

FÚTBOL SIN LA BANDA

Hola que tal estimados lectores de Periódico Enfoque, bien dicen por ahí que en México hasta los jitomates los invade la corrupción, hoy narraré un tema que otra vez volvió a estar en boca de los expertos en materia de fútbol, las negociaciones para ser jugador profesional o semi.

Sigue siendo triste que miles de aficionados mencionen que cada vez hay menos jóvenes que triunfen en nuestro fútbol mexicano. Una de las tantas razones por las cual la mayoría de los clubes en primera división así como en ligas inferiores contraten jugadores extranjeros es la pérdida de jóvenes en su camino para ser profesionales dentro de una cancha.

Aparecen a escena los llamados “visores” de nuestro balompié, personas que observan el talento en cualquier rincón del país que ofrecen las maravillas del mundo pero al final una de esas maravillas se la quedan ellos, el dinero. Sin mentirles, en mi paso por un popular equipo en tercera división, comprobé muchas de las situaciones lamentables que se siguen viviendo en este país, corrupción y más corrupción.

“Dame 15,000 mil pesos y te doy chance de que sigas en el equipo”, “Quiero $20,000.00 mil bolas y te asciendo al equipo B”, son algunos de los muchos ofrecimientos que realizan los llamados promotores y visores en México. Jugadores como “Bora” Alcántar, Uriel Álvarez y cientos más les ha tocado presenciar esta discordia.

Conjuntos como Santos Laguna y América se han alejado de este tipo de prioridades pero hay dos clubes que piden más dinero aunque su historia siempre ha estado por lo suelos, sin mencionar nombres, dos son más que evidentes, un regiomontano y uno del Distrito Federal. El dinero como el fútbol se cosen en el mismo sartén, de pi a pa y tarde o temprano estás o no. Eres titular o parte del banquillo, algunos nacen con el talento pero no basta con ello, se necesita del apoyo de los padres y, por supuesto, de una palanca dentro del medio.

Es la política de nuestro fútbol mexicano, en el camino, muchos jugadores se fueron perdiendo como aquel Sergio Ávila del cual se prometían “limones” como los del mes de marzo y sin irnos lejos con más de cincuenta jóvenes en el plantel “chiva” desde hace tres largos años.

Por último, ayer en pleno día del niño, me surgió hablar de esto, entré en el plano de los que alguna vez fuimos niños. “Yo quiero ser futbolista, papá”, “Mamá llévame al estadio”, “Yo quiero ser como él”, la esperanza muere al último y lo mejor de esto es intentar hasta lograr ser figura dentro de este atropellado balompié que cada vez está por los suelos aunque la Femexfut diga evidentemente lo contrario.

@CharlyeAca9

karlos.america@hotmail.com