Hackers atacan página oficial de Comité de la Copa del Mundo en Sao Paulo

EFE. La página oficial del Comité Paulista para la Copa del Mundo 2014 fue hackeada en la tarde de este miércoles y apareció invadida con el lema de “Si no hay derechos, no habrá Copa” hasta que fue retirada de la red, donde a esta hora sigue inactiva.

Un grupo ciberactivista perteneciente a Anonymus reivindicó la autoría del sabotaje desde su cuenta de Twitter @AnonManifest, con el mensaje “Hacked! http://www.copa2014.sp.gov.br/foda-se-a-fifa #NaoVaiTerCopa” [¡Hackeada! http://www.copa2014.sp.gov.br/que-se-joda-la-fifa #NoHabráCopa].

El ataque, según las capturas de imagen que publica la prensa local, utilizó uno de los lemas que pudieron leerse en las múltiples protestas de los grupos contrarios a la organización del Mundial en Brasil: “Se não tiver direitos, não vai ter Copa” [Si no hay derechos, no habrá Copa].

Horas más tarde, el mismo grupo intervino la página oficial de la secretaría de Planificación y Ordenamiento urbano del estado Sao Paulo, que a esta hora se encontraba igualmente inutilizada.

El ciberataque fue reivindicado esta vez con un mensaje de tinte político, que alude al Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB) del gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.

“Hacked! PSDB Corrupto!” [¡Hackeado! ¡PSDB Corrupto!], se podía leer en la cuenta de Twitter de AnonManifest.

Estas acciones llegan en la víspera de una jornada de manifestaciones organizada por el Comité Popular de la Copa en Sao Paulo, que pretende reunir a miles de personas en todo Brasil para protestar contra la Copa del Mundo.

El Mundial de fútbol comenzará precisamente en la ciudad de Sao Paulo el próximo 12 de junio y se prolongará hasta el 13 de julio, cuando se juegue la final en Rio de Janeiro.

Durante la Copa Confederaciones de 2013, cerca de un millón de personas salieron a las calles a pedir mejoras en salud, educación, transporte, y a reclamar por los excesivos gastos para el Mundial.

Las manifestaciones han continuado a menor ritmo e intensidad en las principales ciudades brasileñas, aunque muchas veces terminan con actos de violencia protagonizados por el grupo radical Black Bloc, y con choques con la policía.