El mundo de la Cultura llora la muerte de Ana María Matute

Agencias. Tras la muerte de Ana María Matute se han sucedido las reacciones y muestras de condolencia, con los escritores de su generación, y mucho más jóvenes, en primera fila, una demostración evidente de hasta qué punto no solo era admirada sino también querida por sus colegas.

Pere Gimferrer. El escritor y académico ha ensalzado el “estilo poético” de Ana María Matute, a quien se ha referido como una de las principales voces de las narrativas hispánicas contemporáneas. Gimferrer, ha recordado en declaraciones a la agencia Europa Press, conoció a Matute la conoció en un bar durante los años 60 por mediación de la escritora fallecida Ana María Moix, y desde entonces habían coincidido en numerosas ocasiones con motivo de actos literarios y conversaciones en la casa que la escritora tenía en la calle Provença de Barcelona y en Sitges.

Emili Rosales. El editor de Destino, Emili Rosales, definió a Ana María Matute como la autora de “una literatura de los sentimientos, del dolor y los ensueños, con un estilo penetrante y poético”. A juicio de Rosales, Matute tenía la virtud “de combinar los reconocimientos académicos de máximo nivel con el cariño y el amor de sus lectores, así como de muchísimos colegas y amigos de la profesión”.

Enrique Vila-Matas. El escritor Enrique Vila-Matas ha asegurado a Efe, tras conocer el fallecimiento de Ana María Matute, que en Barcelona “vivía un genio entre nosotros y muchos no habían querido ni enterarse”. Para el novelista barcelonés, “lo suyo no fue vocación, sino destino, porque ella siempre supo, como los grandes, que ese era su camino”.

Juan Marsé. El escritor barcelonés Juan Marsé ha destacado la gran admiración que sentía por Ana María Matute y ha reconocido que su obra marcó sus inicios en la literatura.

Carme Riera. La escritora y académica de la lengua Carme Riera ha considerado hoy en declaraciones a Efe que Ana María Matute, fallecida hoy en Barcelona, es una de las autoras más importantes de la literatura española, con una obra “que alcanza el nivel de la excelencia”. Muy afectada y triste por su desaparición, Riera ha indicado que los libros de Matute reflejan “un mundo mágico” y son la constatación de su gran capacidad “de describir el mundo de los sueños y la imaginación”.

Jorge Herralde. El editor de Anagrama, Jorge Herralde, recordó que en su juventud, “al lado de Juan Goytisolo, eran dos estrellas emergentes de la literatura barcelonesa en castellano”. Sobre su relación personal, Herralde ha señalado que eran buenos amigos desde hace muchos años y no ha escondido que habían compartido muchas “cenas, copas y risas, porque era una mujer siempre alegre y con sentido del humor, algunas veces muy negro”.

Luis Goytisolo. El escritor y miembro de la Real Academia Española Luis Goytisolo ha lamentadoel fallecimiento de la escritora y también académica Ana María Matute, una de sus amigas más antiguas y una de “las grandes escritoras del siglo XX”. Goytisolo ha puesto en relieve su contribución a la RAE, institución a la que pasó a formar parte en 1998: “Afortunadamente ya son siete académicas. La cosa ha cambiado y más que cambiará”, ha dicho. El académico ha destacado las escritores fueron la “avanzada” de la renovación de la narrativa española en los años 40 y 50, y de ellas Matute era “la más joven, casi una niña”.

Juan José Millás. El escritor Juan José Millás ha lamentado el fallecimiento este miércoles de la escritora y académica Ana María Matute, de quien el autor ha destacado su “capacidad de supervivencia enorme” y de ser una fuente de alegría. El escritor ha subrayado la “imaginación portentosa que sabía controlar” y destaca entre su bibliografía ‘Olvidado rey Gudú’.

Soledad Puértolas. La escritora y académica Soledad Puértolas ha asegurado que ningún otro escritor como Ana María Matute tenía su “mirada mágica” y “transformadora de la realidad”. En su opinión, su universo “arranca en los sentimientos de la infancia y la adolescencia, cuando se forman emociones como la injusticia, la incomprensión del mundo adulto y la amargura, pero siempre con el acicate del amor que nos transforma, un amor impregnado de magia.

Lucía Etxeberría. La escritora Lucía Etxebarría consideraba a Ana María Matute “un hada, un ángel, un ser excepcional en un mundo de escritores extraordinariamente vanidoso y competitivo. Más allá de su calidad literaria, era una mujer increíblemente cariñosa, dulce e ingeniosa, y una madre para mi”, ha asegurado. “Escribir bien escribe mucha gente, pero ser como era ella, muy poca gente”, ha añadido.

Rosa Regàs. La escritora Rosa Regàs ha destacado “inocencia real, basada en el conocimiento y la libertad, y la lucidez”, de la escritora recién fallecida Ana María Matute. “Esta forma de mirar y reflexionar y su capacidad de descubrir mundos con toques de magia son características muy destacadas” de la escritora, ha señalado Regàs.

Ferran Mascarell. El ‘conseller’ de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, ha destacado la “aportación a la lengua castellana hecha desde Cataluña” de Matute. El ‘conseller’ se ha referido a la escritora fallecida en el transcurso de la sesión de control del Parlament. Ferran Mascarell ha destacado la labor de la escritora a la hora de retratar la societat de la postguerra y “su mirada sobre la infancia, sobre los mayores y sobre un mundo que quedó colapsado porla guerra civil”.

José Manuel Lara. El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, ha lamentado el “gran vacío” que deja la pérdida de la escritora Ana María Matute. Lara ha destacado que Matute “desbordaba generosidad como escritora y también como persona”, y que su admiración por la autora viene desde la infancia, con la lectura de ‘Pequeño teatro’, obra con la que obtuvo el Premio Planeta en 1954 y hHa subrayado que Matute reunía la “doble condición de ser una de las plumas más brillantes de la literatura española contemporánea y una persona enormemente querida” por sus lectores.

Luis Mateo Díez. El escritor Luis Mateo Díez calificó a Ana María Matute como una “pionera de la modernidad” que creó un “mundo de fantasía muy particular” en sus cuentos.

Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dirigido a la familia de Ana María Matute un telegrama de pésame por el fallecimiento de “una de las grandes contadoras de historias de nuestra literatura”, a la que define como “una mujer con una voz y un mundo narrativo propios en el panorama literario español que, desde los años cincuenta hasta sus últimos días, ha desarrollado una escritura original que reunió la imaginación, la magia y la fantasía”.

José Ignacio Wert. El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha lamentado el fallecimiento de “una gran escritora catalana en español”, “probablemente la figura más emblemática de una generación” enmarcada en la posguerra. Wert ha destacado que Matute “era una persona que sorprendía por su extraordinaria alegría de vivir y su extraordinaria vitalidad”.

Laura Borràs. “En momentos en los que tuvo una vida complicada, la literatura fue su salvavidas, el lugar en el que refugiarse y tirar hacia adelante”, ha opinado la directora de la Institució de les Lletres Catalanes, Laura Borràs. Aunque nunca escribió en catalán, Borràs ha reivindicado a la novelista fallecida como patrimonio de “una ciudad y un país”.

Guillem d’Efak. El director de la agencia literaria Carmen Balcells, Guillem d’Efak , ha declarado a Efe que Ana María Matute, un puntal de la firma, igual que Gabriel García Márquez, fallecido recientemente, trascenderá a la persona “y se convertirá en patrimonio de todos, más allá de las letras hispanas”. En su opinión, autores de la envergadura de Matute son “inmortales”, con una obra que apela a la raíz de los grandes temas universales, “que ella trató con una maestría impresionante a lo largo de su carrera”.

Antonio Colinas. Para el poeta Antonio Colinas, Ana María Matute era “la reina de la fábula, la leyenda, la fantasía y la imaginación”, y “una de las narradoras imprescindibles” de la literatura de posguerra. Colinas, en declaraciones a Efe, ha destacado “tres cosas sorprendentes” de la personalidad de Matute, quien en su opinión fue “una excelente persona, humanísima y educadísima”. Su narrativa de posguerra figura “al nivel de la de Miguel Delibes”, aunque la fantasía fue su compañera de viaje durante toda su vida, ha añadido.Para Colinas, esta “fuerte imaginación” de Matute tenía su origen en que “era una gran lectora de poesía”.