Lana Del Rey: “Tres años después de mi debut real, me siento llena de dudas y tristeza”

Reuters. Con tantos detractores como fans, lo que no hay duda es que su presencia en el Vida Festival, que se celebra este fin de semana en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), brilla con intensidad en un cartel que comparte con verdaderos pesos pesados del pop, como Rufus Wainwright, Yo la Tengo o M.
Ward. Elizabeth Woolridge Grant, Lana Del Rey, dio el salto a la fama mundial con su segundo disco. «Born to Die». Tras él, incluso llegó a anunciar su retirada. Falsa alarma, porque acaba de regresar con otro álbum «Ultraviolence»: «No puedo empezar un disco si no tengo ni idea de la narrativa, del concepto. Si las canciones no son perfectas para mí, ¿por qué forzarlo? Pero entre diciembre y enero todo empezó a cambiar, tuve la suerte de conocer en una fiesta a Dan Auerbach, de Black Keys. Algo mágico pasó. Cuando grabamos una canción como “Brooklyn Baby”, nos miramos el uno al otro y sentimos que algo estaba pasando. Grabamos el disco en una atmósfera muy relajada. Eso es algo que me sorprende, porque siempre he trabajado con un círculo más cercano. Aquí me encuentro yo misma ¡con un extraño!»

–¿Qué es lo que hizo dar ese ligero tono hippie y setentero a «Ultraviolence»?

–La primera canción del álbum, «Cruel World», fue la que decidió todo. Es la que organiza un disco geográficamente: la guitarra de Dan cuenta todo sobre la entrada en California. Al principio del texto hay algo minimanilista, una simplicidad que se repite una y otra vez. El conjunto entre normalidad y caos es muy simbólico de lo que yo he atravesado en mi vida.

–Sus canciones son una mezcla de lujo, opulencia y tristeza. Un poco como Roy Orbison.

–Tiene razón (canta «Only The Lonely»)… Me siento como si hiciera canciones felices, pero cuando la gente las escucha me dicen que son muy tristes… No puedo escapar de mi vida, que ha sido bastante tumultuosa. Tres años después de mi debut real, me siento plagada tanto de dudas como de tristeza. Tengo esa sensación de incertidumbre y vacío justo frente a mí. Y no es que no me guste no saber hacia donde voy. Adoro mi vida, mi vida familiar: pero no estoy segura de nada… Es por lo que me odié cuando no pude escribir durante diez años. Escribir era lo único que daba sentido a mi vida.

–Creció en el campo. ¿Era un lugar solitario?

Lana Del Rey: «Tres años después de mi debut real, me siento llena de dudas y tristeza»

–No, tenía un grupo de verdaderos amigos, inseparables. Fue la primera vez en mi vida –y la última– en la que sentí tanta amistad. Pero con 14 años me mandaron a un internado porque «la liábamos mucho». En este colegio me hice amiga de uno de los profesores, que me dio a conocer a Jeff Buckley y Allen Ginsberg. Cuando llegué a Nueva York, ya con 19, traté de buscar la amistad perdida con la gente de mi misma edad. Pero era muy tarde, todos parecían obsesionados con sus carreras y su éxito social… así que me pregunté dónde estaban los músicos, deseando sacrificar todo por sus canciones, listos para morir por ellas.

–¿Cómo llegó la música?

–La primera vez que escuché «Cat Power» me sentí como aliviada, porque el principio era suave, simple. Pero ahí estaba el encanto real: fue cuando la música vino hacia mí, literalmente. La canción entera, compuesta y arreglada salió despedida de mi bolígrafo hacia mi cuaderno. Puede sonar extraño, pero aunque era muy fan de mi música, me aterrorizaba cómo me veían los otros: «¿Quién se cree esta que es?». Estaba segura de que pensarían que no me lo merecía. Muchos músicos han sentido la misma sensación. La música es algo muy personal, es algo que nos hace sentir el miedo a sentirnos rechazados.

–Y decidió aguantar.

–Mientras grababa «Born to die», nunca olvidaré la visita de mi padre. No tenía ni idea de lo que había estado haciendo en los últimos seis años, que poquito a poco había ido construyendo mi pequeño mundo. Pero, cuando me vio en el estudio, mi padre me dijo que era uno de los días más felices de su vida.