Mejor con salud.- El herpes zóster, más conocido como “culebrilla” es un trastorno que tiene su origen el mismo virus de la varicela, el cuál queda “dormido” en el organismo y se “despierta” por diferentes motivos. Aprende un poco más sobre esta enfermedad y cómo tratar naturalmente la “culebrilla” en el siguiente artículo.
Culebrilla: qué saber
La culebrilla es dolorosa, está llena de líquido y aparece en forma de zarpullido con ampollas, sobre todo en el vientre y la espalda. Está causada por el mismo virus que la varicela, el cuál permanece latente en los nervios de cuerpo durante toda la vida.
El herpes zóster ocurre cuando el virus se reactiva, casi siempre porque el sistema inmunológico está debilitado por ciertas enfermedades, como pueden ser el cáncer, el VIH, un trasplante de órganos o falta de vitaminas, así como estrés, nervios o ansiedad excesivas.
Esta dolencia sólo afecta a aquellos que han tenido varicela, una enfermedad muy frecuente en los niños. Comienza con una sensación de hormigueo en el tronco y luego va evolucionando hasta convertirse en erupciones y ampollas con líquido en su interior.
El cuadro puede dura entre una y cuatro semana. Después de ello, sale una costra y desaparece, aunque quedan marcas toda la vida. Una de las características del herpes zóster o culebrilla es que aparece de un sólo lado del cuerpo, casi siempre en el tórax pero también hay casos en los muslos o el rostro. Cuando las ampollas se secan puede aparecer la neuralgia postherpática, un dolor agudo y punzante que molesta de vez en cuando.
Remedios caseros y populares para la culebrilla
- Aplica un vendaje húmedo en las erupciones cuando están avanzadas. Moja una toalla con agua fría, retuerce y deja algunos minutos hasta que tome temperatura ambiente.
- Coloca un puñado de harina de avena o almidón de maíz en el agua de la bañadera.
- Permanece sumergido durante unos 20 minutos. Repite cada día antes de dormir para aliviar la comezón.
- Aplica agua oxigenada sin diluir sobre cada una de las ampollas con una bolita de algodón o cuentagotas si es que se encuentran infectadas.
- Unta miel pura o zumo de puerro fresco sobre las erupciones varias veces al día. Esto aliviará el escozor.
- Hierve 50 gramos de verbena en un vaso de agua por cinco minutos. Extiende sobre un paño de hilo y coloca en la piel, sobre la zona afectada. Repite cada vez que se seque.
- Vierte algunas gotas de aceite del árbol de té en una bolita de algodón y pasa con suavidad por el área afectada por el herpes zóster.
- Vierte dos cucharadas de llantén por taza de agua hirviendo. Tapa y deja refrescar.
- Embebe un algodón seco y utiliza como compresa en la zona afectada.
- Hierve por cinco minutos, un puñado de hojas de bardana en medio litro de agua.
- Retira del fuego, deja refrescar y empapa un paño de algodón que luego aplicarás en el área afectada, dejando actuar por media hora.
- Hierve un puñado de diente de león en un litro de agua, durante quince minutos. Bebe tres tazas por día.
- Hierve dos puñados de hojas de acedera por litro de agua durante diez minutos. Retira del fuego, deja refrescar y empapa un paño con esta unfusión. Coloca sobre las ampollas.
- Mezcla media zanahoria hervida y picada en agua y obtén una pasta o puré. Aplica como cataplasma en las áreas afectadas por la culebrilla.
- Bebe varias tazas de té con bálsamo de limón al día para aprovechar sus propiedades antivirales. Prevendrás la propagación del virus a otras partes del cuerpo. Guarda las bolsitas de té en el refrigerador y aplica en las ampollas.
- Realiza una crema con semillas de pimiento picante y gel de aloe vera (o cremas que tengan este ingrediente). Además puedes añadir pimiento a la dieta diaria, para aprovechar las ventajas de la capsaicina (se puede adquirir en farmacias algunas cremas que la incluyen).
- Una planta muy buena es la melisa o toronjil, potente y efectiva para curar el herpes zóster o la culebrilla de forma natural. Tiene efectos calmantes, analgésicos y antiespasmódicos. Realiza una infusión con una buena cantidad de esta hierba y deja entibiar. Aplica en la zona con un algodón o paño, al menos cuatro veces por día. Si bebes un té puedes combatir los malestares asociados (como fiebre o dolor generalizado).
- Otra de las plantas medicinales para la culebrilla más que recomendable es la “uña de gato”. No está recomendada para mujeres embarazadas. Es un potente antiviral y antiinflamatorio. Realiza una infusión y repite los pasos que se indicaron con el toronjil.
Recomendaciones para evitar o tratar la culebrilla o herpes zóster
- Consume alimentos ricos en vitaminas B y C, porque son muy buenos estimulantes del sistema inmune y los nervios.
- Evita cualquier tela o material que caliente la zona de las ampollas, como es la lana, porque eso aumenta el dolor y las molestias. Lleva prendas sueltas, de algodón, porque los textiles sintéticos pueden causar más picazón y dolor.
- No revientes las ampollas, ya que puedes dejar marcas en la piel y más dolor o malestar.
- Evita a las personas que tennas problemas inmunológicos, como son los niños pequeños, los trasplantados, los enfermos de VIH o de cáncer, etc. Puedes contagiarlos.
- Relájate y deja de lado el estrés o ansiedad, usa la técnicas que sean más útiles para ti, desde yoga a meditación, pasando por auto hipnosis o visualización de imágenes.
- Evita los cambios bruscos de temperatura o las corrientes de aire, porque “envían” señales a los nervios y activan los dolores.
- Expone a la luz solar las áreas afectadas, durante algunos minutos, para acelerar el proceso de curación, al “secar” la zona.
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