Mejor con Salud.- La inteligencia emocional nos enseña a saber gestionar las emociones y los sentimientos. El modo de relacionarnos con los demás, de afrontar situaciones y resolver mejor esos problemas cotidianos. Su relación con la salud es básica. No es sólo una teoría aislada de manual de autoayuda. Es una perspectiva muy adecuada para encontrarte mejor contigo misma.
Claves de la inteligencia emocional para mejorar tu salud
Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, nuestro cuerpo lo nota. El sistema inmunológico está más fuerte. El estrés bien gestionado nos permite afrontar el día a día con más seguridad y control. La inteligencia emocional puede servirnos de puente para todas estas realidades y estos problemas cotidianos a los que debemos enfrentarnos. Las emociones son esos pilares que sustentan nuestra realidad, que nos moldean, que nos aportan felicidad y sufrimiento… ¿Cómo dominarlos, cómo podemos gestionar las emociones para disponer de una vida más satisfactoria?
1. Saber identificar tus emociones
Hay personas a las que les cuesta mucho controlar sus emociones. Personas que pueden verse sobrepasadas por la rabia, por los enfados… pueden incluso volcar su negativismo en aquellos familiares que menos lo merecen. También suele ocurrir que en ocasiones, confundamos la ira con la tristeza. Nos sentimos como enfadados con el mundo, cuando en su esencia, lo que verdaderamente sentimos es insatisfacción y tristeza. Es fundamental que sepas antenderte, qué te preguntes cómo te sientes y qué puedes hacer para, día a día, encontrarte un poco mejor. Lleva un diario, escribe sobre lo que piensas, lo que sientes… te ayudará a clarificar.
2. Habilidades sociales
¿Qué tal gestionas tus habilidades sociales? Las relaciones que establecemos con los demás marcan también nuestro bienestar. Es imprescindible que seas asertiva, que sepas decir en voz alta aquello que piensas y que sientes, defendiendo tus emociones. Básico que sepas escuchar a los demás, atender, comunicar, que puedas relacionarte adecuadamente con los tuyos según el contexto. Si necesitas ser líder en tu trabajo desarrolla estas capacidades, si quieres mejorar tus amistades o relaciones familiares aprende a establecer prioridades. Desarrolla tu cercanía, tu capacidad de escucha, aprende a comunicarte adecuadamente…
3. ¿Eres una persona empática?
La empatía nos permite poder ponernos en el lugar de las otras personas, de los seres que tenemos en frente para entenderlos mejor. Saber qué pueden estar sintiendo, qué les puede estar molestando, qué les hace feliz o qué les está haciendo daño. Para saber identificar en el otro las emociones, es básico que también sepas identificar también las tuyas mismas. Suele decirse que las mujeres disponemos de mayor capacidad empática que los hombres debido a las células espejo de nuestro cerebro. Se trata de unas estructuras mediante la cuales, identificamos con mayor facilidad las emociones.
4. ¿Cómo te comunicas?
¿Eres hábil expresando lo que sientes? ¿O eres de las que suele callar y esconder sus emociones? En ocasiones nos cuesta mucho, por ejemplo, decir a ese compañero de trabajo que lo que hace no está bien. O puede que no te apetezca quedar con esa amiga, y sin embargo lo sigues haciendo por temor a hacerle daño. No es bueno. Expresa adecuadamente y con respeto, aquello que sientes, aquello que necesitas. Desarrolla una escucha activa con aquellos que te rodean, pero no dejes que nadie te quite la voz o que te controle. Aprende a comunicarte, aprende a sacar partido de tus emociones para ser más feliz.
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