Muere la reconocida dramaturga mexicana Maruxa Vilalta

Notimex. La destacada dramaturga narradora, periodista y directora teatral mexicana María Vilalta Soteras (1932-2014), mejor conocida como Maruxa Vilalta, falleció este martes a los 81 años de edad, informó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

En su cuenta oficial de “Twitter”, la titular de esta dependencia, María Cristina García Cepeda, expresó su pesar por el deceso de la autora de “Un voz en el desierto. Vida de San Jerónimo” (1991):

“Gran pérdida para la dramaturgia internacional. Lamento la muerte de Maruxa Vilalta, una mujer apasionada de las letras y el teatro”, publicó la funcionaria cultural.

“Ha fallecido Maruxa Vilalta. Aunque desatendida su obra en los últimos años, fue figura constante de la dramaturgia de los 70 y 80”, escribió el periodista cultural.

Cuerpo de Maruxa Vilalta será velado en el Panteón Francés

Amigos, colegas y familiares velarán en el Panteón Francés de San Joaquín, en esta capital, el cuerpo de la dramaturga, directora de teatro y narradora Maruxa Vilalta (1932-2014), quien falleció hoy a los 81 años de edad.

De acuerdo con información difundida por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el cuerpo de la ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el campo de la Lingüística y la Literatura en 2010, arribará a las 16 horas a dicho panteón, ubicado en la calzada Legaría.

Asimismo, el instituto recordó que Vilalta, de quien se presenta la obra “Un día loco” en el Foro Shakespeare, dictó en 1999 una conferencia en el Aula Magna del Aula Magna del Centro Nacional de las Artes (Cenart), en la cual compartió parte de su proceso creativo.

“La creación del personaje no es fácil. En vez de creación quizás debería decir aparición. Desde el momento en que el personaje aparece y lo conozco, sé quién es y cómo vive y cómo siente”, expresó en aquella ocasión la dramaturga.

Abundó, que dejaba que el que hablara fuera el personaje, “lo dejo decir y me convierto en su escribiente. Me dicta y yo escribo, guardándome mucho de contradecirlo porque rechazaría de inmediato todo lo que quisiera imponerle. Y sería fatal para la obra si quisiera yo prevalecer sobre él”.